Joan Marc y Juanfran eran de la misma pandilla. Pertenecientes a la generación de 2004, compartían sueños e ilusiones con el CD Binissalem como nexo de unión. Allí, vestidos de azul, empezaron a darles patadas al balón. A abrazarse después de un gol, a celebrar las victorias y a unirse tras las derrotas. Disfrutaban con los entrenamientos y se despertaban con una sonrisa cada vez que había partido. El 30 de mayo de 2019, Joan Marc Bibiloni falleció tras un accidente de moto. Tenía 15 años y jugaba en el cadete del club de toda su vida. El pasado miércoles, Joan Francesc Carbonell, de 17 años, perdía la vida tras ser atropellado por un coche que lo arrolló cuando iba en bicicleta...
Miquel Àngel Salas, un histórico del fútbol balear y actual coordinador del fútbol base del CD Binissalem, recuerda a Joan y Juanfran. «Entrené a Joan Marc y a Juanfran lo conocía de estar por el pueblo y por el club. Parece mentira que nos pueda volver a pasar algo así. Nos ha tocado revivir de nuevo la tragedia y estamos consternados», explica. «Son de 2004 y eran de la misma pandilla. Juanfran se fue el año pasado al Alaró porque no teníamos juvenil B y esta campaña regresó al Binissalem, pero lo dejó después de entrenar unos días».
Salas resume el sentir general de un pueblo consternado. «El golpe ha sido tremendo porque los veías juntos en la calle. A Joan Marc, a Juanfran y a tantos otros chavales que siempre estaban juntos. Era una pandilla muy unida que, desgraciadamente, ya ha perdido a dos de ellos. Es inexplicable que pueda pasar algo así. La vida, en ocasiones, es muy injusta..».
El partido del juvenil B del CD Binissalem, integrado por los compañeros y amigos de Juanfran, ha sido suspendido porque «los chavales no tienen el ánimo ni las ganas de entrenar en estos momentos tan duros».
La tragedia ha vuelto a golpear con una crudeza extrema al Binissalem. Al club, al pueblo y a los chavales de aquella pandilla en la que Joan y Juanfran sobresalían por su liderazgo y su complicidad. Dos ángeles que vuelven a compartir juegos y confesiones en el cielo.