Kylian Mbappe celebrando un gol contra AS Saint-Etienne. | CHRISTIAN HARTMANN

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La presencia en el estadio Santiago Bernabéu del jugador más deseado del planeta, el francés Kylian Mbappé, que cuenta los días para vestirse de blanco, es el foco de atención de un duelo estelar en el que el Real Madrid y el París Saint Germain se juegan su continuidad en la Liga de Campeones. El Real Madrid afronta el duelo con la necesidad de remontar el 1-0 que encajó en la ida para seguir con vida en su competición favorita, con la que sueña el equipo francés, que fichó a Leo Messi para dar el salto definitivo hacia el título que más desea. Uno de los partidos más esperados esconde numerosos atractivos más allá del morbo de ver a Mbappé ante los que todo apunta que serán sus compañeros en menos de cuatro meses. El regreso de Leo Messi al que fue su jardín, donde dejó grandes exhibiciones al alcance de pocos. La vuelta a casa de una leyenda blanca como Sergio Ramos, alejado del césped por las lesiones. Los regresos también de Keylor Navas, Achraf o Ángel Di María. La aparición de Neymar.

Peligros

Son tantos los peligros que presenta el PSG que el Real Madrid prefiere centrarse en sus virtudes. Concentrado en repetir lo mostrado ante la Real Sociedad en su último partido y con el empuje de la grada en el intento de reeditar esas noches mágicas europeas del Santiago Bernabéu que han forjado su leyenda. Con dos condicionantes a los que tendrá que sobreponerse y una duda por despejar.
El equipo de Carlo Ancelotti pierde a dos jugadores clave y que no tienen sustituto en la plantilla, Ferland Mendy y Casemiro. Porque Marcelo ya no está para estos encuentros de altos vuelos. Y porque no hay sustituto natural para Casemiro, nadie con los automatismos de una demarcación tan especial como la de medio centro.

Probó Eduardo Camavinga sin éxito y el elegido era Toni Kroos, hasta que hace seis días sufrió una lesión muscular que le hace ser duda hasta el final. Ancelotti advirtió de que no jugará ninguno de sus futbolistas que no esté al cien por cien. De esa manera, si no se engaña a sí mismo, no jugaría Kroos. Solo completó un entrenamiento con el grupo y llega muy justo a la cita, pero su entrenador le necesita ante los problemas que surgen sin Casemiro. Al centro del campo regresa Fede Valverde, tras una gripe, y Camavinga se ganó ante la Real Sociedad ser opción por su gran aporte físico y el gol que marcó. El PSG tiene a Mbape el gran reclamo. Su motivación puede ser clave.