Mucho dolor de cabeza, un derrame en un ojo, el pómulo hinchado, problemas en las cervicales y más de 24 horas en observación han sido las consecuencias de la patada que sufrió el jugador del Independiente Jordi Vila tras ser agredido por el portero del Calvià en el tiempo añadido del encuentro que enfrentaba a ambos equipos en La Antoniana el pasado sábado. Desde la noche del domingo se recupera en su casa, pero aún con la incertidumbre de cuando podrá a trabajar y con serias dudas de volver a vestirse de corto.
«Lo más importante para mí es ponerme bien y que mi agresor no vuelva a jugar a fútbol. Me sabe mal, pero en el fútbol se le dan patadas al balón y no a la cara de un contrario», explica en conversación telefónica Jordi Vila, que desde el domingo por la noche se recupera en casa mientras le da vueltas a su posible retirada. «Tengo 29 años, llevo mucho tiempo jugando y ahora mismo lo pienso y no me compensa. Vuelves de muchos partidos después de recibir insultos o golpes y ahora esto... es una decisión pensando en lo profesional por mi negocio y puede que sea el momento de dejarlo», argumenta.
Ahora tiene que esperar dos días para ver cómo evoluciona de las lesiones sufridas, pero al golpe sufrido en lo físico y lo anímico se le suma el contratiempo económico de estar apartado de sus funciones habituales por haber intentado disfrutar de su pasión por el fútbol en un partido de Preferente. Su negocio se verá resentido al no poder acudir a desempeñar su trabajo habitual y explica con cierta resignación que «a poco que pueda ver bien tengo que volver a trabajar». De ahí que mantenga que la agresión le haya hecho replantearse su continuidad en los campos de fútbol a los 29 años y después de una dilatada trayectoria en equipos como el Atlético Rafal, el Felanitx, el Sóller o la Penya Arrabal, entre otros.
Del episodio vivido ante el Calvià asegura que el recuerdo que tiene después de sufrir la patada es incorporarse para marcharse en la ambulancia. «Cuando se forma el lío veo que el portero venía hacia mi y me intento apartar tirándome al suelo, pero cuando él está medio cayendo es cuando me suelta la patada en la cara. Me quedé unos minutos inconsciente y no recuerdo nada hasta que me ayudan a levantarme y no sabía ni dónde estaba», relata sobre la agresión que se produjo en un partido que se había desarrollado con normalidad hasta el desenlace final.
Jordi Vila apenas llevaba unos diez minutos sobre el terreno de juego cuando se desencadena todo y no considera que fuera un duelo especialmente bronco más allá de la tensión de un partido con dos equipos que quieren salir de la zona baja de Preferente. Recuerda que el portero del Calvià celebró en la cara de los jugadores locales el 3-3 y de ahí que un jugador del Independiente hiciera la propio cuando se produjo el tanto de la victoria de lo locales en el minuto 94. Al mismo tiempo remarca el buen comportamiento generalizado del grueso de jugadores y de técnicos además de aficionados para impedir que la cosa fuera aún a peor.
28 comentarios
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A este agresor si es un habitual, se le prohíbe incluso jugar incluso en el futbolín y fuera.
Os habéis fijado en la camiseta que lleva puesta?
Denuncia por lo penal.
La violencia siempre es y será algo deleznable pero las provocaciones a veces traen estas cosas. Muchas luces no tiene.
Exceso de testosterona! Y mala educación!!
El "deporte"(negocio) mas bochornoso del mundo. Pagan por un jugador 300 o 400 millones de euros. Cuando la mitad de la poblacion ni llega a fin de mes. No se en que epoca estamos...
Als agresors se'ls haruia de castigar d'acord amb el reglament, que ben aplicat en tendrien per molt temps poder trepitjar un estadi... A l'incitador, encara que li facis fotetes, també aplicar-li el mateix càstig, perquè com diuen en bon mallorquí, "si no vols pols no vagis a l'era", i aquest individu no degué dir-li res de bo al porter quan està al terra.
tvvpmEl jugador que acabó en el hospital no es el que se mofó del portero sino un compañero que se acercó a defender al jugador que fue agredido en primer lugar. Fíjate en el vídeo y verás que el que recibe el primer puñetazo se levanta como si nada y que luego hay una segunda agresión en la que otro jugador queda inconsciente.
Estoy de acuerdo en que quien hace algo así no debería volver a pisar un campo de fútbol pero también creo firmemente que no vale empezar con un jugador amateur sino que se tendría que empezar dando ejemplo con los profesionales. El día que un profesional haga algo como lo que le hizo Pepe a Casquero hace unos años y lo sancionen de por vida (recordemos que le pusieron solo 10 partidos de sanción por una de las peores acciones de la historia del fútbol), me parecerá bien que a un amateur le hagan lo mismo pero, la verdad, eso de que a este chaval le puedan sancionar de por vida cuando nadie los has tenido bien puestos para hacer lo mismo cuando un profesional ha hecho cosas parecidas me parecería bastante injusto. El rasero debe ser el mismo para todos y hay que dar ejemplo con los de arriba y no girar la cabeza cuando lo hace un tipo que cobra 5 millones de euros al año y luego usar a un amateur para demostrar que se lucha contra la violencia en el fútbol.
El agresor además de no poder jugar en ningún equipo, ya debería estar detenido. Cabe suponer que su club ya le habrá puesto de patitas a la calle.