Imagen de la portera mallorquina de la selección española, Cata Coll -en el centro-, durante la bienvenida en el que será su hotel de concentración durante el Mundial. | RFEF

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Con ritos ancestrales, cánticos tradicionales y un inesperado entusiasmo, Palmerston North, en la Isla Norte de Nueva Zelanda, dio una cálida bienvenida a la selección española femenina, que ha elegido la ciudad como su hogar mientras dure el Mundial de fútbol en el que estarán presentes las mallorquinas Cata Coll y Mariona Caldentey.

Por la calles de «Palmy», un apodo cariñoso de los lugareños a su pueblo natal, decenas de pancartas del Mundial 2023, que se celebrará entre el 20 de julio y 20 de agosto, adornan las esquinas y la escena urbana, mientras que las dos principales avenidas lucen enormes letreros de bienvenida a La Roja.

«Estoy muy animada, es genial que estén aquí. Será muy divertido, siempre quise ir a España, así que seguramente será mi equipo del corazón, después de Nueva Zelanda, por supuesto», dijo a EFE Ellie Stewart, propietaria de un café localizado en la céntrica plaza de la ciudad.

Aunque el fútbol no es muy popular en Nueva Zelanda, que tiene en el rugby su deporte y pasión nacional, muchos de los residentes se dicen ilusionados en conocer más a fondo una nueva modalidad. «Es estupendo que se celebre el Mundial aquí porque es una oportunidad de traer a mucho más gente a Nueva Zelanda», expresa a EFE Phin Hamilton, nacida y criada en Palmerston North.

Sobre su tierra natal, destaca que es un lugar «muy acogedor» y que «a la gente le va a encantar» convertirse en anfitriona de la selección española. «Es increíble que España esté aquí porque es una invitación a las personas para hablar y conocer otra cultura», recalca la muchacha, quien agrega que «seguramente» seguirá lo que pase en el Mundial.

Otras, como la joven Ahnique Bungard, ven el campeonato como la «coyuntura perfecta» para seguir de cerca -y en casa- una de las principales fiestas del deporte global. «Es muy emocionante, seguramente voy a estar enganchada, porque mi hermano menor juega al fútbol en mi ciudad natal, entonces es genial», expresó a EFE la chica, quien se ha mudado a Palmerston North hace tan solo dos meses.

Rodeado por las montañas y dueño de un bucólico paisaje, este pueblo de unos 76.000 habitantes será el hogar y la base de entrenamiento para la fase de grupos de la Roja, que realizará sus prácticas en las instalaciones del Massey Sports Institute.

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Precisamente en este escenario, el equipo comandado por el seleccionador Jorge Vilda ha protagonizado este lunes su primer entrenamiento en «Palmy», tras pasar una semana de adaptación en Auckland, a unos 600 kilómetros de distancia.

Y es que ni el intenso frío ni el viento insistente fueron capaces de ahuyentar a los cerca de 200 aficionados que acudieron al césped para disfrutar de unos minutos con las jugadoras.

Desde sus asientos, los hinchas exhibían banderas de España, mensajes de ánimo y camisetas de clubes como el Barça o el Real Madrid mientras aguardaban ansiosamente por la oportunidad de hacerse con un autógrafo o un selfie con las internacionales.

Las 23 jugadoras del elenco español llegaron a Palmerston North el pasado sábado y, este lunes, participaron también de una ceremonia oficial de bienvenida, a la que acudieron diversos líderes de la comunidad maorí y autoridades, entre ellas el alcalde Grant Smith.

«Es un verdadero placer extender, en el nombre de la ciudad de Palmerston North, nuestra más cálida bienvenida a la selección española», ha afirmado Smith, al transmitirle a la selección sus «mejores deseos» y «mucho éxito» en el campeonato.

En contrapartida, la delantera Alba Redondo, ha asegurado a EFE que el combinado español está muy a gusto y «súper agradecida» con la recepción de la comunidad.

«Estamos muy contentas de estar donde estamos y disfrutando de esta ciudad», remató.