Cuando el 'caso Rubiales' parecía tocar a su fin con la dimisión se que encargó de 'filtrar' ayer, el presidente de la RFEF volvió a protagonizar un giro de guion inesperado. El presidente ha optado por morir matando. Por atrincherarse a la espera de que los mecanismos jurídicos le puedan inhabilitar.
Con un discurso victimista, más propio de un mitin político, Rubiales dejó varios frases para el recuerdo. Indicó que el beso a Jennifer Hermoso fue consentido porque le 'pedí un pico y ella me dijo que sí', habló de 'asesinato social' y 'falso feminismo' y no se cortó a la hora de proponer la renovación a Jorge Vilda.
Lejos de abandonar la Asamblea con la cabeza baja, el (todavía) presidente se marchó entre los vítores de sus acólitos y con una ovación cerrada de la mayoría de los presentes, entre ellos Luis de la Fuente y el propio seleccionador femenino. El esperpento continúa...
3 comentarios
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Me asombra la gran cantidad de descerebrados que aún apoyan a este primitivo personaje, empezando por los asambleístas que le aplaudían esta mañana.....dicho sea de paso, el seleccionador Jorge Vilda también debería renunciar e irse con su amiguito Rubiales.
Esto solo puede pasar en este país, donde los sucesivos gobiernos han permitido que la federaciones deportivas se conviertan en bunkers donde algunos indeseables pueden hacer y deshacer a su antojo con totsl impunidad.
¡Qué vergüenza! Aún puedo ver la imagen definitiva de este energúmeno agarrándose el paquete al lado de las autoridades en el palco, ¿de verdad queremos que nos representen así?