Fuera miedos, fuera fantasmas del pasado. Adiós a caer en la fase de grupos. Tras dos temporadas de fracaso continental, el Barça por lo menos estará ya en el sorteo de los octavos de final y, además, con muchos números para ser líderes de este Grupo H que el Shakhtar Donetsk, con sus victorias ante Barça (en la última jornada) y Antwerp, se está encargando de apretar.
De menos a más, desperezándose y animándose con el paso de los minutos, el Barça reaccionó de inmediato al golpe del 0-1 y, en una segunda parte donde se acercaron al mínimo exigible en términos de juego (vistoso y efectivo), pudieron culminar la remontada con un peso específico de dos portugueses, exjugadores del Benfica (gran rival del Oporto); 'los Joãos'.
No fue un partido brillante ni de esos que harán olvidar quejas recientes por el mal juego. Para nada. Pero sí fue un partido de esos que hay que hacer, en los que se consigue el objetivo y se ve una mejor actitud de buena parte de los jugadores, que cumplieron y con buena nota, por lo menos, en la segunda mitad del encuentro.
Ante esta 'final' por el liderato, si bien el Oporto deberá empatar contra el Shakhtar en la última jornada para seguir vivo, ambos equipos salieron a verlas venir, a intentar saber qué actitud tomaría el rival sobre el césped. Y fue el Barça el que se acercó más y antes a la portería contraria pero lo cierto es que el 1-1 al descanso bien pudo ser un resultado peor, de no ser por un Iñaki Peña espectacular.
El portero canterano, que sustituyó --como en el 1-1 ante el Rayo del pasado fin de semana en LaLiga-- al lesionado Marc-André Ter Stegen, fue clave. Tuvo varias paradas decisivas, sobre todo en el primer tiempo pero, también, ya en el descuento con una firme parada a un tiro centrado, inocente, de Francisco Conceição (hijo del entrenador, Sérgio Conceição.
Pero fueron 'los Joãos' los que decidieron a favor del Barça. Decantaron el partido con un Cancelo espectacular como lateral zurdo, en su posición menos habitual, con internadas llenas de peligro que incluyeron el gol del empate, en el minuto 32 y apenas 2' después del tanto inicial de Pepê para el Oporto, y una asistencia de victoria a su compatriota João Félix, que remató de primeras para acabar con una sequía vigente desde principios de septiembre.
Se tuvo que sufrir, en Can Barça, para variar en los últimos tiempos. Si dicen que 'a la tercera, va la vencida', el Barça arriesgó demasiado tentando a la suerte. Tras el gol anulado al Oporto con 0-0 y un paradón de Iñaki Peña, llegó una triple jugada del Oporto a la media hora de juego. El primer tiro lo desvió Jules Koundé, el segundo lo desbarató Peña --de nuevo clave-- pero, el tercero, le cayó a Pepê para marcar a placer.
Pero al Barça no le dio tiempo para venirse abajo anímicamente porque João Cancelo dio aire al equipo de inmediato, apenas dos minutos después de encajar el 0-1. El esta noche lateral zurdo recibió un balón, encaró a João Mário y se fue hacia dentro para colocar el tiro al palo largo de Diogo Costa, que no llegó por poco a evitar el empate eléctrico del Barça.
Los de Xavi Hernández, muy activo en la banda, tuvieron el 2-1 pero no atinó João Félix, esta vez, a meter dentro una gran asistencia de Raphinha desde la derecha que era medio gol. No puso bien el cuerpo el luso y la envió al cielo de Montjuïc. Poco después, fue Raphinha quien perdonó el 1-2 al disparar fuera tras recibir un rechace involuntario de la defensa del Oporto.
La charla del técnico de Terrassa en el vestuario, o arenga propia de los jugadores, fue efectiva porque el Barça mejoró mucho en el segundo tiempo. Y, en una de las jugadas en campo contrario, en el 57', llegó el gol de 'los Joãos' gracias a una pared por la banda izquierda del ataque blaugrana, con pase de João Félix a João Cancelo y este se la devolvió para que el delantero, de primeras y con el interior del pie derecho, marcara el 2-1 para reservar el billete a octavos para el Barça. Tanto que al final fue decisivo.
Como en el Estádio do Dragão, el Oporto no se rindió y buscó el gol del empate que les dejara más cerca del pase a octavos, que no tienen. En una jugada de carambola rozaron el empate, pero es cierto que el Barça no se metió atrás y no especuló y también tuvo varias ocasiones claras para sentenciar con un 3-1 que no llegó, a veces por falta de un buen pase final y otras, como en una chilena espectacular de Raphinha que sacó con grandes reflejos Diogo Costa.
1 comentario
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Uyyy pero al menos juegan bonito ..ahh que tampoco!! Jajaja grande Xavi..sigue asi