La árbitra Laura Santos. | Pilar Pellicer

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Dos semanas después del incidente vivido en el duelo entre el Petra y el Cardassar Atlètic de categoría alevín, Laura Santos ha vuelto este sábado a los terrenos de juego para dirigir de nuevo un partido. El encuentro de categoría prebenjamín entre el Alcúdia y el Pollença i Port ha supuesto la vuelta de la colegiada tras todo el revuelo que generó el incidente lingüístico en el que se vio envuelta.

Tras un fin de semana sin que la Federació de Futbol de les Illes Balears le designara para encuentro alguno, Laura Santos ha retomado su actividad en el arbitraje dejando constancia de su deseo de seguir disfrutando de una de sus grandes pasiones sin que las amenazas sufridas por el episodio vivido en Petra alteren su ilusión. Y es que la colegiada ha denunciado los mensajes violentos que ha sufrido a través de las redes sociales tras el incidente vivido días atrás.

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La Federación Balear de Fútbol ha respaldado en todo momento la actuación de la árbitra, que, a través del Comité Técnico de Árbitros, ha recalcado que la decisión se sustentaba en las faltas de respeto que plasma el acta y no en motivos lingüísticos. Además, la territorial se personará como acusación en la denuncia de la colegiada por las amenazas que ha recibido a través de las redes sociales y ha optado por la vuelta de Laura Santos una vez que ella ha tenido la voluntad de dirigir de nuevo.

El técnico del Petra alevín, Miquel Santandreu, denunció tras el encuentro disputado el 10 de febrero que Laura Santos le había expulsado por hablarle en catalán, aunque la colegiada siempre ha defendido que la tarjeta roja se debió a las protestas formuladas y no por hablar en catalán más allá de que en el acta manifestara que el preparador «perpetúa su dialecto».

Cabe destacar que la FFIB no ha hecho pública la sanción al entrenador del Petra por su expulsión, ya que en su día abrió un procedimiento especial para esclarecer los hechos que propicia que el castigo se haya demorado.