Un grupo de aficionados ingleses, lamentando la derrota. | Miquel Àngel Cañellas

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Magaluf se tiñó una vez más de los colores de la selección inglesa con miles de personas para animar a su equipo en la final de la Eurocopa. Los bares de esta zona turística de Mallorca se llenaron de miles de británicos que lloraron la derrota ante España en el Olímpico de Berlín.

Desde primera hora de la mañana del domingo se respiraba un ambiente festivo en las calles de Magaluf. Las camisetas de los ‘Three Lions’ engullían las rojigualdas que se veían a penas entre tantas banderas inglesas. A pocas horas del inicio del encuentro, los bares estaban hasta la bandera esperando el ansiado pitido que diese inicio al encuentro. Entre cerveza y cerveza, iba llegando más gente a los locales más habituales de la zona.

Una vez empezado el partido, la calma tensa se ha apoderado de los cuerpos británicos y los cánticos a favor de su equipo se han ido apagando. El momento más triste llegó con el gol de Nico Williams. El 1-0 de España apagó cualquier ánimo inglés en Magaluf. Sin embargo, la tristeza duró poco. A los 20 minutos, el tanto de la igualada anotado por Palmer llevó la locura a todos los rincones de la localidad costera.

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El último cuarto de hora en Berlín fue tenso y en Magaluf se sintió de la misma manera que en las gradas del Olímpico de Berlín. Los aficionados rompieron en llanto viendo como Oyarzabal introducía el balón en la portería que defendía Jordan Pickford. A medida que la pelota entraba en la meta rival, las lágrimas se apoderaban de los rostros británicos que abarrotaban las mesas de los bares. Con el 2-1 que le daba el título a la selección española, el silencio de los ingleses daba paso a la euforia de los locales, que empezaron a ganar en ruido a los turistas que cada año llenan esta zona. Por suerte, no hubo que lamentar incidentes entre ambas aficiones y la rivalidad fue sana en todo momento.

Principalmente, los españoles se desplazaron a calles colindantes a la zona más turística de la zona, pero tras confirmarse el triunfo de España y su cuarta Eurocopa, los aficionados salieron a la calle a celebrar el título europeo. Poco a poco, la calle pasó de ser color blanca a llenarse de camisetas de España.

Al grito de ‘Campeones’ volvieron a conquistar la tierra que durante unas horas fue una pequeña colonia británica que acabó llorando la segunda final consecutiva perdida por su selección nacional. Los de Gareth Southgate llegaron a la final con más pena que gloria y más de un aficionado ya auguraba una final en la que partían como la selección más débil. «España ha jugado muy bien durante toda la Eurocopa y nosotros no. Hemos llegado porque tenemos buenos jugadores pero es verdad que Southgate es un entrenador con muy poca ambición», recalcó.

Con esta derrota de la selección inglesa se alarga su maldición en esta competición. Sigue sin poder estrenar su palmarés en la Eurocopa y se mantiene con un tan solo título a nivel internacional.