Los jugadores del Mallorca celebran su victoria en Las Palmas.

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UD Las Palmas Las Palmas 2

R.C.D. Mallorca Mallorca 3

Primera División | Jornada 14 | 23/11 18:30 | Final

Hacen falta muchas líneas para contar la reconciliación del Real Mallorca con la victoria sin dejarse nada. El equipo de Jagoba Arrasate, que llevaba un mes sin ganar y sin apenas generar nada en ataque, firmaba este sábado un triunfo en Las Palmas tan terapéutico como caótico. Un éxito difícil de explicar, sellado por un gol de Johan Mojica de libre indirecto en el minuto 91 para abrochar una segunda mitad de locura y decidir un partido que había llegado empatado a cero al descanso y que los baleares llegaron a dominar después por dos tantos de ventaja. La lesión de Raíllo y la expulsión de Muriqi, previos a la diana final del lateral colombiano, eran las notas negativas de un duelo que le devuelve el color a los bermellones a su paso por las Canarias (2-3).

El partido ya nacía dinámico, con los dos equipos moviendo bien la bola y mirando siempre hacia adelante. Ambos carecían de finura al entrar en la zona roja, aunque sus embestidas se desactivaban más por mérito de las defensas que por obstrucción en ataque. Se enfocaba el encuentro hacia una discusión interesante, sin detonaciones en las áreas pero con alternativas, sobre todo a través de las orillas. Las Palmas empujaba por un lado con Sandro y e invocaba a la magia de Manu Fuster por el otro. El Mallorca, con los laterales algo más cortos, buscaba en cuanto podía a Robert Navarro, que iba soltando perlas con un fútbol tan rico en detalles como falto de compañía.

La primera llegada clara estaba pintada de rojo. Morey terminaba una de sus aproximaciones encontrando a Darder cerca del área y el de Artà le tendía un cable a Muriqi, que apagaba la acción con un remate de cabeza demasiado elevado. Iba a ser la llegada más amenazante de un Mallorca que afrontaba el encuentro con el encargo de incrementar su producción ofensiva.

En ese agotador intercambio de golpes que habían aceptado uno y otro le tocaba hablar a Las Palmas. Una mala entrega de Navarro a Darder acababa en las botas de Kirian, que asistía a Fabio Silva para que lanzara el balón contra el palo derecho de Greif. El internacional portugués, que mantenía una intensa batalla con los centrales del Mallorca, era un fastidio constante. Una prueba de dureza contra la muralla balear que obligaban a Raíllo y Valent a estar en todo momento arremangados y a ejercer como controladores aéreos. Pese a la igualdad, se acercaba mucho más entero Las Palmas a la puerta del descanso.

Le venía bien el intermedio al Mallorca, que después de completar otro primer tiempo en blanco provocaba una sonora explosión nada más salir del vestuario que lo dinamitaba todo. Mateu Morey, protagonista estelar de la previa por su esperado debut, no quería un estreno vacío y se tiraba a la yugular del conjunto canario apoyándose en Dani Rodríguez. Su internada abría un túnel a un costado de la defensa amarilla y concluía con un balón que entre Muriqi y Viti dejaban muerto en el área pequeña y que rebañaba el Tigre de Betanzos para encañonar a Cillessen.

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El gol destrozaba a Las Palmas e hinchaba a un Mallorca que iba a tejer su mejor juego durante los minutos siguientes y que aprovechaba la inercia para bajar, o eso parecía, la persiana. Con el equipo de Diego Martínez grogui, Mojica metía un centro desde la izquierda que Morlanes dejaba pasar entre sus piernas y que embocaba Robert Navarro con toda la calidad y tranquilidad del mundo.

El partido, muerto en ese momento, revivía después de una desafortunada acción: la lesión de Raíllo. El Mallorca se quedaba en el campo sin su líder por primera vez en lo que va curso y poco después encajaba el gol que ponía el encuentro boca abajo. Un tiro de Essugo que rozaba en Mascarell despertaba a los locales e introducía el miedo en el cuerpo a los visitantes.

El tembleque del Mallorca culminaría de manera fatal, después de una falta innecesaria de Morey, con un penalti por manos de Muriqi que transformaba en gol Fabio Silva al engañar a Greif. El empate, una ruina por cómo había estado el partido, no parecía malo con la dinámica que habían tomado uno y otro y lo que restaba por delante.

No había tiempo para anotar lo que iba ocurriendo, pero lo más gordo estaba por llegar. El caos absoluto. El responsable del VAR llamaba al árbitro para que acudiera al monitor cuando nadie, ni en el estadio ni a través de la televisión, había detectado nada extraño. Las imágenes que iba a revisar Muñiz Ruiz mostraban a Mata y Muriqi discutiendo en el área, nada raro, y al kosovar levantándole el dedo corazón al jugador de Las Palmas. ¿La resolución? Expulsión del Pirata, amarilla para el delantero local y libre indirecto a favor del Mallorca sobre la línea del área pequeña.

Al Mallorca se le abría una ventana inesperada y tocaba hacer magia. Samu Costa tocaba en corto, Chiquinho hacía de pantalla dejando pasar el balón y Mojica marcaba. Golazo entre la anarquía y final feliz para un partido que tardaremos en olvidar. Seguro.

Ficha técnica

2 - UD Las Palmas: Cillessen; Viti, Álex Suárez, McKenna, Álex Muñoz (Benito, m.62); Essugo, Campaña (Javi Muñoz, m.61); Sandro (McBurnie, m.90), Kirian (Jaime Mata, m.75), Manu Fuster (Moleiro, m.62); y Fábio Silva.

3 - Real Mallorca: Greif; Mateu Jaume (Valery, m.86), Valjent, Raíllo (Copete, m.71), Mojica; Samú Costa, Morlanes, Darder (Chiquinho, m.86); Robert Navarro (Mascarell, m.76), Dani Rodríguez (Antonio Sánchez, m.71) y Muriqi.

Goles: 0-1, Dani Rodríguez, m.46; 0-2, Robert Navarro, m.55; 1-2, Essugo, m.78; 2-2, Fabio Silva, de penalti, m.83; 2-3, Mojica, m.91.

Árbitro: Muñiz Ruiz (Comité gallego) Amonestó a Essugo, Jaime Mata y Jaime por parte de Las Palmas y a Morlanes y Raíllo por el Mallorca. Expulsó a Muriqi (m.88)

VAR: Pizarro Gómez (Comité madrileño).

Incidencias: 22.940 espectadores en el estadio Gran Canaria.