Su desvanecimiento marcó la jornada de las grandes ligas europeas, que, en lo deportivo, manifestó la fiabilidad del Liverpool y la crisis del Manchester City en Inglaterra; insistió en los problemas del París Saint Germain también en la competición liguera francesa, empatado en casa por el antepenúltimo, el Nantes; y salvó al Bayern de su primera derrota del curso, con el 1-1 de Jamal Musiala al Borussia Dortmund, con Harry Kane lesionado.
Todo eso quedó en un segundo plano este domingo: en los primeros segundos del minuto 16 del encuentro entre el Fiorentina y el Inter, mientras el VAR revisaba un gol anulado al argentino Lautaro Martínez, Bove se ató los cordones, se levantó y de repente se desvaneció, atendido de inmediato por los propios jugadores, primero, hasta la llegada a toda velocidad de las asistencias médicas a su auxilio, inmóvil sobre el césped.
La preocupación recorrió cada sector del terreno de juego y de la grada. Las manos a la cara, las lágrimas incluso de algunos de sus jugadores, compañeros de rodillas o la petición desesperada de una ambulancia expresaron la gravedad de lo sucedido. El centrocampista internacional italiano en categorías inferiores fue evacuado en camilla y trasladado al hospital Careggi de Florencia. El encuentro fue suspendido en ese instante. Toda la atención estaba en Bove.
«Fiorentina y el Hospital Universitario Careggi comunican que el futbolista Edoardo Bove se encuentra actualmente bajo sedación farmacológica y hospitalizado en cuidados intensivos. Bove llegó hemodinámicamente estable a urgencias y las primeras pruebas cardiológicas y neurológicas realizadas descartaron daños agudos en el sistema nervioso central y el sistema cardiorrespiratorio. Será reevaluado en las próximas 24 horas», anunció su club.
Los medios italianos, en sus primeras informaciones, apuntaron a una crisis epiléptica como la posible causa del desvanecimiento. Conmocionado el fútbol italiano y europeo, a la espera de su evolución, la jornada siguió en Italia, con la disputa del choque entre el Lecce y el Juventus, que comenzó a las 20.45 horas. El equipo turinés, a siete puntos del primer puesto, sólo empató, por el 1-1 para su rival de Ante Rebic en el minuto 93.
El líder aún es el Nápoles, ganador por 0-1 frente al Torino, con un gol de Scott McTominay para sostener la primera posición del equipo de Antonio Conte; seguido por el Atalanta, que se mide este lunes al Roma en Bérgamo; los citados Inter y Fiorentina y el Lazio, derrotado por 3-1 por el Parma. Los cuatro suman 28 puntos por los 32 del Nápoles. El Milan, ganador 3-0 sobre el Empoli, es séptimo, fuera de Europa, aún a 10 puntos de la cima.
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