Rafael Nadal conversa con Alejandro Blanco en presencia de Carlos Alcaraz. | F.F.

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Acompañado por el grueso del equipo español de tenis -Jaume Munar se incorporará en breve- y escoltando junto a Carlos Alcaraz al presidente del COE, Alejandro Blanco, compareció Rafael Nadal en las horas previas a conocer su camino hacia las -dos- medallas en los Juegos Olímpicos de París 2024. El de Manacor, en progresión ascendente tras recoger buenas sensaciones en Bastad y motivado por jugar en su pista fetiche -Roland Garros-, focalizaba todas las miradas junto a Carlos Alcaraz.

Nadal dejó claro que «ya es y supone una gran ilusión» estar en los Juegos, «el evento más importante de mundo del deporte» y sobre cómo llamaría a la foto junto a Carlos Alcaraz en pista "dependerá del resultado... intentaremos que se recuerde de una manera positiva y nos vamos a esforzar para irnos con la tranquilidad de haber hecho todo lo posible. No hemos podido preparanos conjuntamente, como otras parejas, pero confiamos en el gran momento de Carlos y espero que esta semana y la pasada, en la que no jugué bien, pero pasé muchas horas en pista, me ayuden para que esto funcione a nivel individual y colectivo. Intentaremos entrenar para llegar con las ideas claras y luego veremos", añadía Rafael.

Alcaraz derrochó «ilusión» en sus primeros Juegos, especialmente por poder jugar con Rafa. «Vamos a dar lo mejor de nosotros, con ilusión y ojalá podamos disfrutar y mostrar un buen juego aquí y a los que estén en casa. El nombre de la pareja dependerá de cómo vayan los días», aseguraba el murciano.

Alejandro Blanco, junto al equipo español de tenis. Foto: F.F.

Sobre la mediática pareja que representará a España, entiende Nadal «el morbo o la ilusión de vernos jugar juntos, pero eso no puede traducirse en éxito. Carlos no ha jugado muchos dobles y yo no he jugado muchos dobles e individuales últimanente». Eso sí, advierte que «ambos hemos sabido jugar bien dobles, pero va a costar al principio. El doble es una competición distinta, en la que juegas de una manera diferente en todos los sentidos. Todo pasa más rápido, los reflejos deben estar a punto...» Aunque pese a todo, lanza un mensaje de optimismo y espera «que me ayude lo de la pasada semana. Ser en tierra suma, además», comentaba el de Manacor.

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Entre la expedición que capitanean David Ferrer y Anabel Medina, destaca el alicantino «la expectación» que ha generado la presencia de Nadal y Alcaraz. «Si quedamos para cenar a las nueve, empezamos tres cuartos de hora después porque todos quieren una foto con ellos. Pero lleva, en el caso de Rafa, años conviviendo con ello y lo ha normalizado». Medina agradece que «sean así con los atletas, atendiendo a los atletas agradecidos y siempre con buenos modales».

Los cuartos Juegos de Nadal, con 39 años y en Roland Garros, donde ha alzado catorce veces la Copa de los Mosqueteros serán los de su despedida olímpica. Así lo dejó ver: «Sí, creo que son los últimos», espetaba. Y recordando sus experiencias desde Atenas hasta París, deja claro que «todos son especiales. Por desgracia me he perdido Tokio y Londres y me ha dolido más que perderme Grand Slams, porque son vivencias únicas que pasan cada año. Lo valoro muchísimo. Cuando estaba en Río me parecía inviable estar aquí y hemos llegado. He pasado por muchos momentos difíciles y superar las situaciones de los dos últimos años lo valoro y me da satisfacción». Para el tenista de Manacor, «el premio es vivir unos Juegos más en un escenario especial, compartir mis últimos Juegos con este equipo me rejuvenece, es una vuelta a los inicios, cuando jugaba torneos pequeños e iba a hostales y habitacione perqueños. Aquí se ve de dónde parte el espíritu del deporte y la suerte que tenemos», añadía.

Sobre el devenir del torneo olímpico, es prudente Nadal. «Saldrá mejor o peor, pero la ilusión no me la cambian, no me la quitan y voy a llegar lo mejor posible. Jugar con el mejor del mundo (Carlos Alcaraz) en dobles es algo motivante. Si las lesiones le respetan será de los mejores de la historia y, personalmente, París es un lugar en el que me ha ido bien siempre. Eso sí, espero un sorteo en el que me vaya mejor que en Roland Garros y veremos qué pasa», apostillaba el doble campeón olíimpico.

Para Nadal, ver a Alcaraz en sus primeros Juegos, «siendo un reclamo», le permite ver «a un gran jugador como vemos cada semana, pero también a la persona, el cómo atiende a los compañeros. Eso es el legado que dejas y él siempre está con una sonrisa, abierto a atender a todos. Y eso es bueno para la delegación, somos un grupo humano positivo en todos los sentidos y Carlos aporta todo lo que debe».