Rudy Fernández y Sergio Llull bromean durante la sesión de fotos oficial de los Juegos. | FEB

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Lo de Rudy Fernández (Palma, 1985) con París era algo más que un asunto deportivo. El componente personal de cumplir la promesa que le hizo a su padre, Rodolfo, le da un toque más emotivo y motivador a un partido y unos Juegos que le convertirán el leyenda olímpica. Porque el alero formado en Sant Josep Obrer se convertirá este sábado, en Lille, en el primer jugador masculino de balonceso con seis participaciones a sus espaldas. De Atenas 2004 a París 2024. Veinte años de compromiso con la selección y tres medallas olímpicas -platas en Pekín 2008 y Londres 2012 y el bronce en Río 2016- y dos diplomas por el camino.

El gran líder, capitán y único superviviente de la generación de oro del baloncesto español puede presumir, además, de poseer todos los títulos de la selección: cuatro europeos y dos mundiales. Pero los Juegos son siempre una motivación extra para Rudy, que frente a Australia (11:00 horas, Pierre Mauroy, Lille) traspasará el umbral de la historia una vez más. Será una despedida a la altura de su trayectoria. Pueden ser los últimos tres partidos de Rudy, el 'last dance' del mejor baloncestista y el deportista olímpico balear con más participaciones, rompiendo el empate con el tirador Joan Seguí.

En su internacionalidad 264 -récord absoluto-, superará a sus amigos Pau Gasol (2004-2021) y Juan Carlos Navarro (2000-2016), pero también a un mito como el brasileño Óscar Schmidt (1980-1996), al australiano Andrew Gaze (1984-2000) y al puertorriqueño Teófilo Cruz (1960-1976). Rudy será el único con seis, eso sí, junto a la estadounidense Diana Taurasi, que también alcanzará esa cifra, con cinco oros al cuello.

Los testigos de la gesta serán los 'Boomers', una selección australiana con la que se abre el 'grupo de la muerte', en el que Canadá y Grecia completan un cuarteto que depara un desenlace imprevisible Brian Goorjian dirige un grupo plagado de juventud, experiencia y talento NBA, con el regreso de Dellavedova o Landale, sin dejar de lado a Patty Mills o Joe Ingles. Las victorias ante Francia, Serbia o Puerto Rico han espoleado a los oceánicos, que han puesto contra las cuerdas a España en sus últimos duelos. Especialmente, aquel por el bronce en Río que cayó del lado de los de Scariolo, donde el acento balear lo completarán Álex Abrines, que cumplirá su tercera presencia, mientras que el menorquín Sergio Llull elevará a cuatro sus participaciones.

La cuota isleña se matiene como columna vertebral de un equipo que afronta un tramo clave en su transición con la despedida al gran capitán, Rudy, y en el que Abrines y Llull asumen galones de veteranos dentro de la agenda de Sergio Scariolo, que no puede prescindir del talento y liderazgo del mahonés, de la misma manera que la clase y la buena mano del alero crecido en La Salle Palma.