Ya pisaba los talones el piragüismo tras Tokio, y aunque no han llegado oros, han sumado otras tres medallas en París que han acabado con confirmar la remontada. Llegó primero el bronce de Pau Echaniz en eslalom, estrechando el cerco. Más tarde, otros dos bronces con acento mallorquín con el C2 500 metros del isleño Joan Toni Moreno y Diego Domínguez, y como colofón el tercer puesto del infalible K4 500 de Marcus Cooper Walz, Germade, Craviotto y Arévalo.
De esta manera, y al no poder subir al podio el 470 Mixto español, el piragüismo se ponía al frente del medallero olímpico español de toda la historia, rompiendo un dominio de décadas. Ahora, suma 23 preseas (5 oros, 10 platas y 8 bronce), una más que la vela, con 22 pero nada menos que 14 oros, secundados por 5 platas y 3 bronces. No muy lejos asoma el atletismo, espoleado por la marcha y Jordan Díaz en París, poniéndose tercero con 20 (5 oros, 6 platas y 9 bronces), y un poco más lejos quedan el tenis (15) y el ciclismo (14), que abren brecha sobre la natación (8), el judo y el taekwondo (7).
Y buena culpa de esa escalada la tienen las cinco medallas en las que han participado palistas mallorquines: tres de Marcus Cooper Walz (oro en K1 1000 y plata y bronce en K4 500), una de Sete Benavides (bronce en C1 200) y la de Joan Toni Moreno (bronce en C2 500), que chocan con las tres de la vela, algunas de ellas lejanas en el tiempo ya: los oros de Jordi Calafat (470, Barcelona 92) y 'Pepote' Ballester (Tornado, Atlanta 96) y el reciente bronce de Joan Cardona (Tokio 2021, Finn), que acabó con un cuarto de siglo de sequía.
1 comentario
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Cooper hasta en la sopa,, y eso que ha sido tercero,,,,,lo bueno es que hasta que no hayan olimpiadas no se le volverá a nombrar,,,,