El menorquín Sergio Llull, los mallorquines Rudy Fernández y Álex Abrines y la técnico ibicenca Lorena Torres, posan con la selección nacional. | ALBERTO NEVADO

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Desde que el mahonés Antoni Vela acudiera a París 1900 como primer (y en ese caso único) representante balear en unos Juegos Olímpicos, el deporte se ha convertido en uno de los mejores exportadores del nombre de Balears en el mundo. Un siglo y dos décadas después de aquella gesta protagonizada por el remero menorquín, la delegación isleña en los Juegos Olímpicos de Tokio alcanza registros nunca vistos.

Dieciocho deportistas de las Islas, repartidos en diez disciplinas diferentes, acudirán a la cita en el país del sol naciente para honor y gloria de una región que puede presumir de haber dado luz a algunos de los más grandes deportistas de nuestra historia. La edad de oro, nuestra edad de oro, sigue más presente que nunca.

En lo que llevamos de Siglo, la cifra no ha bajado de los trece representantes y ha sido en esta época moderna cuando se han conseguidos los éxitos más sonados. Sin la medalla casi segura de Rafael Nadal, que ha renunciado, apostar por el baloncesto (Llull, Rudy Fernández, Abrines o Alba Torrens) se antoja un valor seguro.

Pero la lista de los olímpicos de Baleares da mucho juego. Marcus Cooper intentará revalidar el título olímpico; Marco Asensio espera reivindicarse tras un año en el laberinto; Paula Barceló y Joan Cardona tienen serias opciones en vela; Mario Mola, Albert Torres, Mavi García... Nos esperan unos Juegos apasionantes.