Alonso, que comenzó con una victoria en el Gran Premio de Bahrein, tan solo era quinto superada la mitad de temporada, y después de diez de diecinueve pruebas, tras Gran Bretaña, estaba a 47 puntos del entonces líder Hamilton.
Los McLaren dominaban con Hamilton y Button, por delante de los Red Bull de Webber y Vettel, pero la evolución que presentaron en Silverstone fue nefasta para el rendimiento del coche, mientras que la introducida por Ferrari supuso un gran paso adelante.
Alonso en ningún momento renunció al título, siempre dijo que con el nuevo sistema de puntuación, 25 al vencedor, la clasificación podía cambiar rápidamente y en Ferrari, además, concentraron sus esfuerzos en su nuevo piloto, único capaz de conseguirlo frente a los problemas de Massa.
En Alemania, tras su controvertida victoria al tener que cederle Massa su primer puesto, comenzó la remontada que le ha llevado a ser el mejor piloto de la segunda parte del mundial, en la que ha conseguido 154 puntos, frente a los 135 del campeón Vettel.
Dominio
Los Red Bull han sido los mejores coches de la temporada, han dominado de forma insultante en la sesión de clasificación, en donde han conseguido en quince ocasiones el primer puesto por tan solo en dos ocasiones el Ferrari de Alonso, una el Mclaren de Hamilton y otro de Hulkemberg (Williams) en Brasil.
A pesar de todo Alonso y Ferrari siempre han creído en el triunfo y a falta de dos carreras se situaban líderes tras el desastre de Red Bull en Corea. Solo quedaba administrar la ventaja de 19 puntos sobre Webber y los 25 sobre Vettel. Pero Alonso, al igual que cuando estaba descolgado a mitad de temporada, advertía que la situación podía cambiar rápidamente.
Superado Brasil limitando los daños al mínimo frente a Red Bull, solo quedaba la prueba de Abu Dabi, con cuatro pilotos en liza por el Mundial por primera vez en la historia.
El sábado en la sesión de clasificación Alonso lograba el milagro de conseguir el tercer puesto y relegar a su más directo rival, Webber a ocho puntos, a la quinta posición, con lo que el mundial estaba en sus manos.
Si durante la última semana no se había hablado de otra cosa que de órdenes de equipo, la variable con la que nadie había contado era que Ferrari iba a cometer un error táctico clamoroso, hundiendo a Fernando Alonso y dando el título, merecido, en bandeja a Vettel.
En Red Bull presumían de trato de igualdad, pero apostaban y muy fuerte por el título de Vettel. En Turquía, cuando los Red Bull dominaban a placer la carrera, mandaron a Webber bajar de revoluciones y así pudo Vettel intentar el adelantamiento que terminó en una colisión. En Gran Bretaña quitaron a Webber el nuevo alerón delantero para montarlo en el coche de Vettel. A pesar de un nuevo tropiezo, en forma de accidente en Bélgica y la retirada por rotura del motor en Corea, Vettel y Red Bull se negaban a darse por vencidos.
El caso de McLaren en 2007, cuando contaban con el mejor coche y perdieron el título en la última carrera con Alonso y Hamilton por tan solo un punto, estaba a punto de volverse a vivir en Red Bull, en donde, una vez asegurado el mundial de constructores, preferían perder el de pilotos antes de que lo ganara Webber.
En Abu Dabi el error táctico de Ferrari les dio la razón, no hicieron falta las órdenes de equipo, y Vettel, que no había encabezado el mundial durante toda la temporada, lo hacía en el momento exacto.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.