Los dos números Uno del deporte balear han recibido el máximo galardón deportivo de las islas. | Teresa Ayuga

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Rafael Nadal y Jorge Lorenzo dieron lustre al primer Cornelius Atticus extraordinario en la dilatada historia del reconocimiento deportivo más importante que se concede en Balears. Las dos estrellas mundiales dieron forma a la foto más buscada, el encuentro entre dos portentos que añaden un nuevo premio a sus respectivas hojas de servicios, en un acto breve, marcado por ausencias cercanas y que se convirtió en el penúltimo gran tributo al número uno del tenis y al campeón del mundo de MotoGP.
El president del Govern, Francesc Antich, hizo entrega de la distinción a los dos nuevos miembros de un club creado para reconocer las trayectorias en diferentes facetas deportivas, que ha roto su protocolo para premiar a los dos mejores embajadores de Balears en el universo deportivo. La Capella del Consolat se quedó pequeña. Autoridades, presidentes de federaciones y anteriores distinguidos aplaudieron la presencia de Nadal y Lorenzo, los protagonistas de una imagen para los anales. El delegat de la Presidència per a l'Esport, Diego González, abrió el acto, dando paso a la lectura del acta de la reunión del jurado que concedió este reconocimiento.
Emociones
Tras ello, Marcos Hirsch, representante de Jorge Lorenzo, realizó una breve semblanza de su pupilo, rememorando sus inicios. El piloto recibió con una amplia sonrisa el diploma, la placa y la insígnia que le acreditan como nuevo 'Cornelius Atticus'. «Me siento orgulloso de ser mallorquín y pertenecer a estas islas. Espero recibir más premios. Eso significará que hago las cosas bien», comentó emocionado.
El turno de Rafael Nadal lo abrió Carles Costa, su agente, quien agradeció la confianza depositada en él por la familia del tenista a la hora de describirle como persona y deportista. «Si Rafael tuviera mano en la ATP, el calendario lo haría todo en Balears», concluyó. El ganador del Grand Slam felicitó a Jorge por sus logros en 2010 -«Ojalá siga igual siempre, mucha suerte», dijo- y recordó una vez más que «el ver reconocido mi trabajo en casa me hace más ilusión todavía». Un sentido aplauso completó el tramo más importante del evento, que concluyó con la alocución del president Antich, orgulloso de dos deportistas «que son un ejemplo para este pequeño país llamado Illes Balears».