El suizo Thomas Luthi intentó sorprender a Franco Morbidelli al apagarse el semáforo rojo pero el italiano recuperó enseguida la iniciativa y comenzó a imponer un ritmo frenético con el que hacer una rápida criba de rivales por la victoria en Assen.
Tras la estela de Morbidelli y Luthi, que perdió dos posiciones al final de la primera vuelta, se colocaron el portugués Miguel Oliveira (KTM) -quien llegó a tocar literalmente el mono de cuero del italiano con la rueda delantera de su moto-, el japonés Takaaki Nakagami (Kalex) y el español Alex Márquez (Estrella Galicia 0'0 Kalex).
Márquez remontó tres posiciones en apenas una vuelta pues tras concluir octavo los entrenamientos y salir desde la tercera fila enseguida se colocó a rebufo del grupo de cabeza, en donde su compañero de equipo y líder del mundial seguía marcado la pauta.
En apenas tres vueltas la criba ya era importante y apenas seis pilotos aguantaban el ritmo de Morbidelli, Oliveira, Nakagami, Luthi, Márquez, el italiano Mattia Pasini (Kalex) y el belga Xavier Simeón (Kalex), quien más «justo» iba en ese grupo.
Oliveira decidió pasar a la acción en la quinta vuelta y superó a Morbidelli, pero su ritmo no parecía ser mejor que el del italiano y las diferencias no variaron en exceso, lo que aprovechó otro italiano, Mattia Pasini, para ponerse líder en el transcurso del séptimo giro, aunque con todos sus rivales esperando el más mínimo error para superarlo, como hizo Nakagami en la novena vuelta.
El piloto nipón apenas cuenta con un triunfo en el campeonato del mundo de Moto2 y, precisamente, lo consiguió el pasado año en Assen, motivo que quizás le «espoleó» a la hora de intentar cosechar una nueva victoria, pero sus rivales no se lo iban a poner nada fácil.
Simeon fue el primero en quedar descolgado de la lucha en ese grupo y poco después fueron perdiendo paulatinamente comba tanto Alex Márquez como Miguel Oliveira, mientras Takaaki Nakagami estiraba cada vez más ese grupo.
Y como ya sucediese en MotoGP, a diez vueltas del final comenzaron a ondear sobre la pista de Assen las banderas que anunciaban la llegada de una tímida lluvia en algunos puntos del circuito, aunque ninguno de los pilotos de cabeza bajó el ritmo.
Nakagami sólo encontró oposición en Morbidelli, quien a siete siete vueltas del final marcó una nueva vuelta rápida de carrera para recuperar el liderato, aunque éste fue efímero pues el japonés no estaba dispuesto a perder su posición de privilegio y el resto de integrantes del grupo tampoco el contacto con ellos.
Así fue como a cuatro vueltas del final la carrera volvió a cambiar de líder, al ser el suizo Luthi el protagonista de esa iniciativa, pero tal y como sucedió en el resto de categorías, todo parecía apuntar a que la última vuelta de carrera, la variante de entrada a la recta de meta, iba a ser decisiva.
Y llegó la última vuelta, en la que Morbidelli esperó su oportunidad para superar a Luthi y adjudicarse una victoria que le permite incrementar a doce puntos su ventaja en la clasificación provisional del mundial.
Alex Márquez fue el mejor español de la categoría al ser sexto, con Jorge Navarro (Kalex), decimoquinto, el mallorquín Augusto Fernández (Speed Up), decimonoveno, Axel Pons (Kalex), vigésimo segundo, por delante de Iker Lecuona (Kalex) y Edgar Pons (Kalex).
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