El automóvil, construido en el icónico McLaren Technology Center de Woking (Reino Unido), luce el característico color naraja papaya de McLaren y el dorsal 66, elegido para honrar la primera victoria de McLaren en Indianápolis, lograda por Mark Donohue en 1972.
«El equipo de la fábrica de McLaren ha trabajado muy duro para construir este coche y que esté listo para nuestro regreso al icónico Brickyard. Mis esperanzas para la carrera siguen siendo las mismas, ganar y lograr la 'Triple Corona', y espero encontrarme con los fantásticos aficionados estadounidenses que me hicieron sentir muy bienvenido la primera vez», explicó Alonso en un comunicado.
El piloto asturiano debutó en las 500 Millas de Indianápolis en 2017, cuando no logró finalizar la carrera por una avería, y este año encara su segundo asalto a la única prueba que le falta para completar la 'Triple Corona' del automovilismo, tras haber conquistado anteriormente las 24 Horas de Le Mans y el Gran Premio de Mónaco de Fórmula Uno.
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da igual, si gana será mérito suyo y si pierde dará la culpa al motor, a las ruedas, a los frenos, como siempre vamos.