Jaume Lladó posa en la grada verde del circuito de Cheste. | F.Fernández

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Dentro del equipo personal de trabajo de Augusto Fernández, dos figuras destacan en el día a día en Mallorca. Por un lado, Marc Horrach como preparador físico, mientras que de su estado físico y su puesta a punto se encarga uno de los fisioterapeutas mejor considerados dentro del panorama isleño a la hora de tratar a deportistas de élite, como el propio Augusto o los futbolistas Mateu Morey y Mariona Caldentey, entre otros. Jaume Lladó (Montuïri, 1991) conoce bien al gran candidato al título, del que coincide en afirmar que "es metódico, trabajador, disciplinado y constante", pero a la vez, sabe "desconectar cuando toca, y eso es bueno en un deportista profesional".

Desde finales de 2019 comparten singladura y a través de las redes sociales iniciaron una relación que, hoy en día, va más allá de lo deportivo. "Salimos a entrenar, trabajamos de la mano con Marc Horrach, creando un equipo y un ambiente de confianza y amistad. No siempre es fácil hacerlo, pero nosotros hemos conseguido hacer y crear un buen núcleo o grupo de trabajo. Pasamos muchas horas juntos y es necesario", refiere Lladó, presente en Cheste, aunque esta vez desde la grada, donde espera poder ver a su amigo en lo más alto.

"Sería el premio a su constancia. Ha sabido levantarse y crecer en los malos momentos y, desde mi punto de vista y labor, lo que intento es evitar lesiones, recuperar y hacer lo que diríamos una puesta a punto para los Grandes Premios", añade el profesional de Montuïri, que da todo el mérito de lo que acontezca a Augusto, "pues es él el que tiene el valor y se sube a la moto", recordando que, pese a todo lo que le rodea estos días y semanas "nosotros seguimos haciendo nuestro trabajo, con humildad y seriedad. Pero ojalá tengamos un buen motivo para celebrar este domingo", sentencia Lladó.