Joan Mir y Augusto Fernández, en el pasado Gran Premio de Catar. | MotoGP

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El futuro de Augusto Fernández en MotoGP se llena todavía más de interrogantes. La confirmación por parte del Red Bull KTM Tech3 para 2025 de Maverick Viñales y Enea Bastianini deja fuera de sus planes al piloto de Sencelles, que deberá buscar una de las pocas monturas que quedan libres en la parrilla de la cilindrada reina para no tener que orientar sus miras hacia otro campeonato.

El campeón del mundo de Moto2 en 2022 y el australiano Jack Miller son los grandes perjudicados por esta operación, ya que les lleva a esperar un golpe de efecto por parte de KTM o la llegada de una oferta convincente. Y es que está sobre la mesa que la marca austriaca pueda poner en liza un tercer equipo o que entrara en la parrilla un nuevo fabricante que les ofreciera su sillín.

Sin apenas llegar al ecuador de la temporada 2024, Augusto Fernández, en su segundo curso en MotoGP dentro del GasGas Tech3, se ha visto inmerso en una situación que le llevará a trabajar en la pista para ganarse un contrato de cara a 2025, pero también en los despachos, persiguiendo una oferta o un nuevo destino, siempre y cuando KTM no ofrezca una alternativa. Eso sí, en el mercado ya suena para Augusto la opción de aterrizar en Yamaha, bien en el equipo oficial junto a Fabio Quartararo o en una estructura satélite que podría arrancar. La marca de los diapasones ya mostró su interés por el balear en anteriores temporadas, aunque también las dos plazas del equipo satélite de Aprilia están por llenarse.

Ese movimiento por parte del Red Bull KTM Tech3 deja vacante una de las monturas del equipo oficial de fábrica de Aprilia, que confirmó a Jorge Martín. Ahí, podría entrar la figura de Joan Mir, cuya continuidad en las filas del Repsol Honda parece complicada tras año y medio de problemas y falta de regularidad y adaptación a la moto. Así, Aprilia podría ser el salvavidas de los dos mallorquines inmersos en el Mundial de MotoGP 2024.