Liberado de la presión de ser el joven prodigio que se aventuraba en el Valencia, relanzado por su elección de jugar en el Mallorca y de nuevo convencido de sí mismo por la confianza que le ha dado el mexicano Javier Aguirre, Kang in Lee resurge en la selección de Corea del Sur, reinventado en el conjunto balear, mejorado en aspectos defensivos tan claves a ojos de su técnico, Paulo Bento, e impulsado hacia el Mundial 2022.
No ha jugado con su equipo nacional desde marzo de 2021, con una derrota 'amistosa' frente a Japón (3-0), cuando fue cambiado al descanso con 2-0 en el marcador, cuando se había consolidado en el once titular del técnico portugués. Ni siquiera había vuelto a contar para él desde entonces dentro de la citación, hasta la pasada fecha de septiembre, en la que no dispuso de un minuto, pero en la que descubrió sus posibilidades de viajar a Catar.
«Kang in Lee es un jugador con buena técnica. En comparación con el pasado, ha mejorado en varias cualidades, por lo que lo hemos seleccionado para la lista final. Es difícil decir cuándo lo emplearemos en el Mundial», explicó Paulo Bento cuando confeccionó la convocatoria, de la que desligó la presencia del media punta del Mallorca de la duda que había en torno a Son Heung Min, su futbolista más desequilibrante, por la fractura alrededor de su ojo izquierdo del 2 de noviembre y exigió una cirugía.
En Qatar 2022, de repente, está Kang in Lee, cuyo mérito proviene del Mallorca, donde ha afinado sus cualidades. Ha recuperado su desborde, ha expresado su fútbol y ha formado una conexión con Vedaq Muriqi que deslumbra en LaLiga Santander española. El media punta surcoreano ha participado en cinco de los trece goles de su equipo, dos como anotador y tres como asistente; el ariete kosovar ha firmado ocho tantos.
Su equipo es duodécimo, ocho puntos por encima del descenso, mientras él crece a las órdenes de Javier Aguirre, su reinventor. «Está más liberado de la cabeza y de la presión de otras temporadas. No tiene ese rol secundario que ha tenido otras temporadas. Le dije al principio que tenía que ser importante, porque creo que es el jugador que más talento tiene de la plantilla y en el mano a mano es letal», explicaba el técnico mexicano, cuando la temporada de su confirmación daba sus primeros pasos.
En 14 duelos ha marcado los mismos goles y ha dado las mismas asistencias que en todo el curso pasado con 20 choques más. Y en el Mallorca, entre la pasada campaña y la actual, ha rebasado la aportación ofensiva de sus tres años en el primer equipo del Valencia, con tres dianas y seis asistencias por los tres tantos y los cuatro pases que entregó para el gol de algún compañero cuando aparecía como la figura emergente de su acelerado club anterior.
El Mallorca no fue una elección al azar. «Teniendo en cuenta su estilo de juego y mis cualidades, pensé que podía aportar mucho al equipo. Con la experiencia que tuve durante mi etapa en La Liga, tenía la confianza de poder convertirme en un buen jugador. Vine al Mallorca porque el club realmente me quería. Otros clubes también se interesaron», dijo el jugador, aún con tan solo 21 años y con un contrato firmado hasta 2025 con el club balear, al que llegó después de rescindir su vínculo con el Valencia, tras rechazar una renovación y las ofertas que le presentó el club para elegir un destino que no le atraía tanto a él.
Era un nuevo horizonte para el mejor jugador del Mundial sub'20 de 2019, cuando lideró al equipo nacional de su país hasta una final y un subcampeonato impensables para cualquiera entonces, ni para el aspirante de ese año al 'Golden Boy', el premio de la revista 'Tuttosport' al mejor futbolista sub'21 de cada año, que ganó en aquel momento Joao Félix, después Erling Haaland, en 2021 Pedri González y en 2022 Gavi.
Entre los candidatos entonces, en 2019, figuraban también los madridistas Rodrygo Goes y Vinicius Júnior, el barcelonista Ansu Fati, el inglés Phil Foden (Manchester City), el alemán Kai Havertz, en el Chelsea; Jadon Sancho, entonces en el Borussia Dortmund y ahora en el Manchester United; o el central Matthijs de Ligt.
Tal pasado revela la dimensión que se intuía del media punta surcoreano en el Valencia, en el que jugó desde los diez hasta los veinte años, subiendo peldaños hasta el primer equipo, del que fue el futbolista extranjero en debutar más joven con el club, en una eliminatoria de la Copa del Rey contra el Ebro, el 30 de octubre de 2018, con 17 años y ocho meses; tuvo una cláusula de rescisión de 80 millones de euros y del que salió rumbo al Mallorca... Y al Mundial 2022. El jueves aguarda la selección de Uruguay.
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