Imagen del mallorquín Tomeu Riutord en las gradas del estadio de Lusail que albergó la final del Mundial de Qatar 2022 disputada este domingo entre Argentina y Francia. | R.D.

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Leo Messi saliendo a hombros mientras agita la Copa del Mundo al cielo de Lusail deja una de las imágenes más icónicas de la historia del deporte y esa imagen que copa portadas y da la vuelta al mundo la vio en directo el mallorquín Tomeu Riutord, que disfrutó desde la grada de la que muchos ya consideran la mejor final de los Mundiales. «Fue brutal», resume en una conversación telefónica antes de poner rumbo a Arabia Saudí, donde estará unos días por trabajo antes de viajar a Grecia. Trabaja como agente de futbolistas en la compañía Elevent Talent Group en la que guían los pasos, entre otros, de los campeones Acuña y Palacios, el mallorquín Sergi Darder o Kun Agüero y tanto su labor en la compañía como tener a su mejor amigo viviendo en Catar le ha permitido disfrutar de 20 encuentros de un torneo del que destaca su organización.

Tomeu Riutord en las gradas del estadio de Lusail antes de la final del Mundial de Qatar 2022
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Actualmente juega en el Alaró de Preferente después de haber estado, entre otros, en el Binissalem o el Poblense en Tercera y haber jugado en Corea del Sur, la República Checa o Tailandia mientras sacaba adelante sus carreras de Farmacia e INEF, su MBA y su doctorado en la UIB. Después de iniciar su carrera como emprendedor con la web ‘partidosendirecto' y fundar la heladería Ice Wave, ha encontrado en la representación el trabajo ideal para conjugar su pasión por el fútbol y los viajes -ha visitado más de 70 países-. El Mundial ha sido otra gran experiencia en la mochila.

«Prórroga, penaltis, Messi, Mbappé, el espectáculo previo, el partido, el ambiente... La final lo tuvo todo», explica aún impresionado por la pasión de la afición argentina. El calor de la hinchada de la ‘Albiceleste' ya le dejó huella en el partido ante Australia, uno de los tres que sitúa entre sus mejores recuerdos junto al España-Costa Rica o el Francia-Inglaterra que califica como «el de más nivel».
Elogia el buen hacer de la organización del Mundial y la hospitalidad de los anfitriones. «En algún restaurante era habitual que un catarí te invitara a comer», comenta señalando que en el país no se han notado las restricciones sobre las que se ponía el foco del exterior. Sin duda, una vivencia única culminada con la consagración de Messi.