Harry Kane celebra el segundo gol de Inglaterra. | FRANCIS R. MALASIG

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Túnez 1-2 Inglaterra

Túnez: Hassen (Ben Mustapha, min 14); Bronn, S. Ben Youssef, Meriah, Ali Maaloul; Skhiri, Sassi, Sliti (Ben Amor, min 73), Badri; Khazri y F.Ben Youssef.

Seleccionador: Nabil Maaloul.

Inglaterra: Pickford; Walker, Stones, Maguire, Trippier; Lingard, Henderson, Alli (Loftus Cheek, min 80), Young; Sterling (Rashford, min 68) y Kane.
Seleccionador: Gareth Southgate.

Goles: 1-0, m.11: Kane. 1-1, m.35: Sassi. 2-1: m.91: Kane.
Árbitro: Wilmar Roldán (Colombia). Amonestó en el min.35 a Walker.

Incidencias: partido de la segunda jornada del Grupo G jugado en el estadio Volgogrado Arena, en Volgogrado, ante 41.064 personas.

La debilidad de Túnez en el juego aéreo y el oportunismo de Harry Kane dieron este martes a Inglaterra una agónica y sufrida victoria en el último minuto ante un equipo muy serio en defensa pero con escasa incidencia en ataque.

El partido comenzó con el guión esperado. Gareth Southgate optó por Sterling como compañero de Kane en vanguardia e Inglaterra salió muy enchufada bajo la batuta de Henderson y un Alli correoso y movedizo.

El centrocampista del Liverpool dominaba el centro del campo frente a un Sliti y un Skhiri sin apenas presencia, y suyo fue el inicio del primer aviso. Una apertura a la banda derecha que acabó en un disparo a bocajarro de Lingard que salvó Hassen a pierna cambiada.

Sin embargo, la mala suerte se alió por partida doble con el arquero del Chateauroux francés en la siguiente jugada. Hassen salió a tapar un pase filtrado de Alli y chocó con Young, que le golpeó sin intención en el hombro.

En el saque de esquina posterior voló de palo a palo para sacar con la palma de la mano un poderoso remate de cabeza de Stones, pero su despeje cayó en el anzuelo de Kane, que sin dejarla botar la empujó a la red.

El gol asentó a Inglaterra y noqueó por unos minutos a Túnez, que vio además cómo su portero no se recuperaba del encontronazo y debía ser substituido por Ben Mustapha, el guardameta del Al Shabab saudí, hincha del Real Madrid.

Tanto que una imagen congelada de la televisión descubrió, mientras se subía las medias, que en la parte superior de las espinilleras tenía el escudo del campeón de Europa.

Los ingleses pisaron el acelerador con un disparo muy lejano de Henderson que encontró las manos de Ben Mustapha y una sucesión de oportunidades en las botas de Sterling, muy fallón hasta que fue sustituido en la segunda parte por Rashford.

Y es que los de Southgate habían encontrado un pasillo en la banda izquierda de Túnez, mal defendida por Ali Maaloul, duda hasta el último minuto por unas molestias musculares.

El lateral sufría con las incorporaciones de Trippier y Lingard, pero Inglaterra no era capaz de plasmar con goles su superioridad y Túnez, poco a poco, comenzó a tomar resuello con un Sliti y un Sassi más entonado.

Con Khazri solo en punta, los norteafricanos se agarraban a la solvencia del centrocampista del Al Nassr saudí y a la movilidad de Fakhereddine Ben Youssef, el hombre elegido por el técnico tunecino para suplir la baja por lesión en este mundial de su mejor jugador, Yousef Msaki.

Fue precisamente una jugada por banda derecha con ambos protagonistas la que consiguió forzar el penalti innecesario de Walker y el que le dio a Sassi la oportunidad de marcar el primer gol africano en Rusia 2018.

Inglaterra recuperó entonces parte de su empuje y generó dos ocasiones más antes del descanso por parte de Lingard, una de ellas con un autopase que se estrelló en la base del poste. Además, reclamó un penalti que parecía claro de Ben Yousef a Kane a la salida de un córner, pero el marcador no se movería.

La segunda mitad comenzó con una tónica distinta, con Túnez mejor plantado e Inglaterra diluyéndose poco a poco, áspera y sin el juego de conjunto que mostró en la primera parte, en la que explotó bien la debilidad en las bandas tunecinas.

Alli desapareció, también Henderson, mientras que Young y Lingard apenas encontraban espacios. Kane era un espejismo que pululaba por la zona de ataque y Sterling nunca encontró su sitios, desdibujado y errático todo el partido.

Los cambios tampoco surgieron efecto. Southgate dio entrada a Rashford y Loftus-Cheek por Sterling y Alli, pero ni el delantero del Manchester United ni el extremo del Chelsea mejoraron a una Inglaterra entrega al recurso del balón bombeado.

Uno de ellos, con el minuto noventa ya cumplido, cayó cerca de la cabeza de Kane, que solo en el aérea chica lo empujó para dar a Inglaterra tres puntos que le permiten seguir la estela de Bélgica, que en el otro partido del grupo goleó a Panamá.