Tiena ganas de revancha. Está herido, pero a la vez más motivado que nunca y tiene ante sí una oportunidad histórica para hacer algo grande con apenas veinte años y en los que son sus primeros Juegos Olímpicos. Fabián González Vidal (Palma, 1992) se ha quedado con la espina clavada de no haber podido estar con sus compañeros de selección en la final por equipos de artística masculina, pero el destino le ha brindado la oportunidad de poder reivindicarse en la del concurso completo (All Around). El gimnasta del CG Palma no renuncia a nada y avisa de sus ambiciosas intenciones en una cita que le medirá con los mejores del planeta, a los que está dispuesto a plantar cara a la caza de un diploma que contempla como posible. La medalla sería un sueño hecho realidad, como lo está siendo su debut y experiencia en el acontecimiento más grande que conoce el deporte. Ahora, Fabián quiere que su paso por Londres 2012 sea recordado para la posteridad.
-Personalmente, ¿se están cumpliendo sus expectativas ante esta nueva experiencia olímpica?
-La verdad es que lo que más me ha chocado, y es la novedad, es el convivir junto con otros deportistas de diferentes modalidades. No es como un Mundial u otra competición internacional de gimnasia, porque allí veo a los de siempre. Aquí llegas a la Villa y ves a Pau Gasol y todos los grandes del deporte español... es una pasada y una experiencia que vale la pena y tenía muchas ganas de vivir en primera persona.Es algo que recordaré toda la vida.
-¿Cuesta digerir el no estar en la final por equipos, tras lo mucho que se ha trabajado para alcanzar esta meta?
-Esperábamos llegar a la final. La actitud de todo el equipo fue sensacional durante la competición, dimos el máximo e ilusión no nos faltó. Pero al final, fuimos novenos, a nada de los ocho primeros y del objetivo para el que hemos trabajado durante mucho tiempo y a conciencia. Aunque la parte positiva es que hemos conseguido algo que hasta ahora no se había logrado, demostrando que la gimnasia artística masculina en España va a más en esta faceta.
-Siempre le queda la carta del concurso completo...
-Para el All Around, tengo claro que el fallo de las paralelas no va a volver a ocurrir. En toda la preparación que hemos hecho, nunca tuve ese error, y por eso me extraña más que se produjera. Y ahora voy a luchar por estar entre los ocho primeros y llevanos un diploma. Pero por encima de todo, quiero disfrutar, porque lo que hemos conseguido es importante, aunque nos faltó rematar.
-¿Cómo vivió a pie de pista un momento tan especial y esperado?
-En suelo, con un poquito de nervios, pero dentro de lo que cabe tranquilo porque los dos primeros lo hicieron bastante bien y eso te da margen. Yo también cumplí y después fue todo rodado. Me concentré al máximo para dar lo mejor de mí. Hasta que llegó el fallo en paralelas, inesperado... Era un ejercicio bastante bueno, sin mover las manos. He llegado desde arriba para abajo y la mano me ha fallado. Una pena, y tengo claro que no ocurrirá en la final del All Around. Luego, en barra fuie a asegurar el primer elemento, aunque un quince para el equipo estuvo bien. La pena es esa, que no pudimos entrar en las ocho primeras plazas.
-Fue el mejor en varios aparatos (suelo, caballo con arcos, salto y barra). Para ser su debut en unos Juegos, no está nada mal.
-Personalmente, no me puedo quejar. La puntuación que obtuve con una caída fue bastante buena. Y me hace pensar que puedo optar a diploma en el concurso completo. En una final entre los 24 mejores puede pasar de todo. Pueden tener un error hasta los mejores, y yo voy a salir a por todas, a no fallar e intentar estar lo más arriba posible.
-¿Es el buen ambiente una de las claves de los éxitos de esta selección?
-Sí, es uno de los secretos de este equipo, y por eso me sabe más mal no haber podido alcanzar la final. En el Preolímpico demostramos que somos una piña y que el trabajo que estamos realizando está recogiendo sus frutos. Y aquí, en los Juegos Olímpicos, hemos demostrado otra vez que somos un buen bloque. Pero ahora sólo podemos pensar en lo que pasará dentro de cuatro años e intentar hacerlo mejor en Río de Janeiro, otra vez con la idea de lograr el objetivo que persigue este equipo.
-¿Se ha sembrado aquí para recoger los frutos en Río 2016?
-Nos quedamos con el mal sabor de boca por esas menos de dos décimas, pero ya ha pasado y sólo cabe mirar al futuro. Individualmente, cada competición de alto nivel te sirve para aprender y mejorar. Y esta no es una excepción.
-Las medallas son palabras mayores, pero ¿se puede soñar con un diploma?
-Yo pienso que sí, que el diploma es posible. Por lo menos lo voy a intentar, voy a salir a ganar, iré a muerte. Ya nos quedamos a dos décimas por equipos y no quiero quedarme otra vez ni a dos décimas ni a dos puestos. Tengo mucho que ganar, y si sale bien, puedo estar con los mejores. Sino, a pensar en el Mundial y en los Juegos de dentro de cuatro años. Pero no será porque no lo intente. Aunque he estado con el hombro mal, he hecho una buena preparación y he llegado en forma a Londres. Y quiero aprovecharlo.
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