Desde lo más alto del podio, como ha ocurrido en otras veintitrés ocasiones, tras imponerse en la final de los 4x100 estilos, puso fin a su carrera olímpica el nadador estadounidense Michael Phelps, el deportista más laureado en la historia de los Juegos.
Un oro, el quinto cosechado por Phelps en Río, que sirvió para que el norteamericano elevara hasta un total de 28 metales -23 oros, 3 platas y 2 bronces- su cuenta de medallas en unos Juegos, en los que debutó hace 16 años en Sydney.
Dieciséis años de triunfos a los que Michael Phelps puso hoy definitivamente fin con una victoria en una final en la que el "tiburón" de Baltimore fue decisivo para que Estados Unidos lograse el triunfo.
Los 50.33 segundos que Phelps firmó en su posta de mariposa, sirvieron para que el equipo de Estados Unidos, que hasta entonces marchaba en segunda posición con una desventaja de 61 centésimas con relación a Gran Bretaña, no solo enjugase la diferencia, sino para que los norteamericanos afrontasen con un ventaja de centésimas los dos últimos largos.
Cien metros finales en los que Nathan Adrian, bronce en los 50 y 100 libre en Río, selló definitivamente la victoria estadounidense con un tiempo de 3:27.95, nuevo récord olímpico, tras dejar a más de un segundo de distancia a Gran Bretaña, que se colgó la plata, por delate de Australia.
Igualmente decisiva en la final del relevo femenino de 4x100 estilos fue la veterana Dana Vollmer, que logró lo que no habían logrado ni Kathleen Baker, la medallista de plata en los 100 espalda en estos Juegos, ni Lilly King, la campeona en Río en el hectómetro braza, poner a las estadounidenses en primera posición.
Una posición que defendió ya hasta el final Simone Manuel, la campeona de los 100 libre, que con un tiempo total de 3:53.13 otorgó un triunfo a Estados Unidos, que con esta victoria alcanzó las 1.000 medallas de oro en la historia de los Juegos Olímpicos.
Completaron el podio, los equipos de Australia que con un tiempo de 3:55.00 se colgó la plata, y de Dinamarca, se alzó con el bronce con una última gran posta de Pernille Blume, que apenas una hora antes había logrado el triunfo en los 50 libre.
Blume, que hasta ahora tenía sus mejores resultados en las pruebas de relevos, consumó la sorpresa y se coronó como la reina del esprint corto de los Juegos de Río, tras colgarse el oro en los 50 libre con un tiempo de 24.07 segundos.
Una marca que permitió a la danesa, de 22 años, superar a la estadounidense Simone Manuel, la campeona en Río de los 100 libre, que en esta ocasión se debió conformar con la plata, y a la veterana bielorrusa Aliaksandra Herasimenia, que bajó un escalón en el podio con relación a los Juegos de Londres.
Por su parte, el nadador italiano Gregorio Paltrinieri se consagró como el mejor fondista del momento tras imponerse con un tiempo 14:34.57 en una final en la que el italiano, a falta de rivales que le discutiesen el oro, se lanzó en busca del récord del Mundo.
Un fallido intento que no puede ocultar la superioridad de Paltrinieri en una final en la que aventajó en casi cinco -4.91- segundos al estadounidense Connor Jaeger, plata, en más de seis a su compatriota Gabriele Detti, que se alzó con el bronce.
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