ÀRBITRO: Pérez Lasa (Colegio Guipuzcoano). Expulsó por doble amonestación a Milosevic (min.76). Mostró tarjetas amarillas a Stankovic (min.19), Aguado (min.56) y Marcelino (min.76)
GOL: Min.20: Marcelino toca un balón botado por Stankovic y descoloca a Juanmi, 0-1 INCIDENCIAS: Alrededor de tres cuartos de entrada en La Romareda para presenciar el encuentro entre el Real Zaragoza y el Real Mallorca. Antes de empezar el partido se guardó un minuto de silencio en memoria de Aitor Zabaleta, el joven aficionado donostiarra asesinado por un cabeza rapada el pasado martes. Tarde fría y terreno de juego en buenas condiciones.
TOMEU TERRASSA/MIQUEL ALZAMORA
Como faltan todavía dos semanas para el Día de los Inocentes, habrá que dejar para entonces eso de que el objetivo es la permanencia. De momento, a catorce de diciembre el Mallorca es más líder que nunca. El grupo de Cúper arrancó tres puntos de La Romareda y plantó otra crisis en su césped, como hizo en el Camp Nou el día de la primera pañolada para Van Gaal. No necesita este Mallorca de un gran elenco de ocasiones para perforar la portería rival. No las necesita pero las tuvo, la más flagrante de ellas un penalti de Paco a Dani en los últimos minutos del partido, pero el árbitro prefirió mirar a otro lado. Poco antes, el ex madridista había inventado otra jugada propia de un líder dejando un balón en bandeja a Soler que Paco logró sacar in extremis bajo los palos.
Pero eso fueron simples intenciones. Para reforzar un liderato debe haber al menos un gol, un gol importante, y como se sabe los goles importantes llevan una firma conjunta: Stankovic-Marcelino. Los artífices del tanto que permitió solventar el difícil encuentro contra el Betis volvieron a dejar su tarjeta de visita en el Ebro.
Fue una acción rápida, precedida de una tonta tarjeta amarilla a Stankovic. El serbio quiso desquitarse de su error enviando un balón que Marcelino desvió lo suficiente como para descolocar a Juanmi. Un toque de balón y tres puntos. Los dos últimos goles que ha marcado el Real Mallorca le han supuesto seis puntos. Esto huele bien, muy bien.
El Zaragoza encajó con muchos nervios aquel contratiempo en el ecuador del primer tiempo. El equipo patrocinado por una marca de colchones que desea felices sueños se vio inmerso en una pesadilla de la que nunca supo salir. Consciente de la dificultad que entraña marcarle un gol a la defensa más poderosa de Europa, Txetxu Rojo jugó la baza de Wooter, un habilidoso delantero que se prodigó por banda izquierda creando multitud de problemas a la zaga. Pero Wooter sólo consiguió dos cosas: desesperarse y demostrar lo bueno que es Roa.
Después de unos compases de dominio local, el segundo tiempo volvió a tener color bermellón. El Mallorca volvió a exhibir una prodigiosa capacidad de repliegue en las pérdidas de balón y jugó muy cómodo al contragolpe. Tan cómodo que en los últimos compases tuvo la sentencia final en sus botas en dos jugadas que tuvieron al mismo protagonista: Dani García. Por contra, el Zaragoza se vino abajo y nadie mejor que el expulsado Milosevic para resumir el sentimiento de impotencia de un equipo que se las prometía felices. Hasta que llegó el líder.
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