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EFE - JAPÓN José Manuel Arcos rozó la medalla en la final de pértiga y Andrés Díaz estuvo a punto de quedarse fuera de la final de 1.500 metros en una jornada, la segunda de los Mundiales en pista cubierta, con sabor a decepción en el equipo español. El fracaso sin paliativos del relevo 4x400 metros contribuyó a acentuar la sensación de que la selección española estuvo por debajo de sus posibilidades.

Arcos, que venía de saltar 5'80 metros el pasado día 27 en Zaragoza, se encontró superando con alguna dificultad 5'50 y luego con cierta holgura los 5'70 metros. Ahí empezó a ilusionarse con la medalla, especialmente cuando en su primera tentativa estuvo a punto de saltar los 5'80. Después resultó que para subir al podio hacían falta 5'85.

Andrés Díaz vivió cinco minutos de angustia mientras esperaba a que concluyera la segunda serie de 1.500. En la primera había dejado que se le metieran tres atletas por delante (los tres que pasaban por puestos) y su marca de 3:42.58 no le autorizaba a ser demasiado optimista.

Por fortuna para el coruñés, el ruso Andrey Zadorozhny, que llegaba sexto a la meta en la segunda serie, ignoraba que incluso con ese puesto podía pasar a la final y se dejó ir en la recta final hasta acabar todavía con peor tiempo que el español. El valenciano José Antonio Redolat ni siquiera tuvo opción a la repesca.