14/03/99 0:00
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EFE - INDIAN WELLS Carles Moyà cortó la trayectoria de Sampras que llevaba 262 semanas al frente de la clasificación, a sólo ocho del récord mundial del checo Ivan Lendl. Moyà cortó esa fenomenal trayectoria con la victoria sobre Kuerten en el desierto californiano. El jugador español, el primero que consigue este puesto, y el decimoquinto que se encarama al tope mundial desde que las listas oficiales se crearan en 1973, se enfrentará mañana en la final contra el vencedor del encuentro entre el australiano Mark Philippoussis y el estadounidense Chris Woodruff.

Tras ganar el partido, Moyà reaccionó con su habitual sangre fría. Alzó los brazos al cielo y poco después celebró con su entrenador José Perlas y su preparador físico José Miguel Morales, un triunfo casi tan importante como la consecución de su primer Grand Slam en junio pasado en Roland Garros.

La victoria de Moyà sobre Kuerten tiene un doble valor para el jugador español. Hasta hoy se habían enfrentado en cuatro ocasiones, siempre en tierra, con triunfo para el jugador de Florianopolis, campeón en París en 1997 y que le tenía comida la moral.

«Quiero ser número uno después de París»
Defender con uñas y dientes el puesto de número uno del mundo conseguido en el torneo de Indian Wells, y sobre todo, mantener la motivación que ha encontrado en el desierto californiano son los principales objetivos del español Carlos Moyá tras convertirse el trono mundial. «Quiero acabar Roland Garros como número uno del mundo», dijo el campeón de París a Efe poco después de clasificarse para la final del primer Super Nueve de la temporada y arrebatar a Sampras la supremacía mundial. «Aqui he encontrado una motivación especial y deseo conservarla como sea». El mallorquín, que admitió que todavía no era consciente del nuevo hito conseguido por el tenis español, si tuvo la mente clara para hablar de su predecesor en el puesto de número uno del mundo. «Sampras es un gran jugador y seguro que volverá, pero estoy dispuesto a plantearle toda la batalla del mundo. Ser el número uno del mundo es un sueño que todo jugador desea conseguir y yo ya lo he hecho y quiero seguir así todo el tiempo que pueda», dijo.