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Son Moix sigue siendo retocado para que la UEFA no ponga ningún impedimento para jugar el próximo día 25. El presidente del Real Mallorca y arquitecto de la obra, Guillen Reynés, sigue muy de cerca los trabajos que se están realizando para que todo pueda estar listo antes de que la UEFA realiza una nueva inspección. Lo más preocupante era el terreno de juego. Diecisiete días después de terminada la Universiada el terreno de juego ha sido levantado, cambiado todo el subsuelo y cambiado el tepes, labor que se está llevando a cabo en estos momento y que se terminará este fin de semana. El presidente del Mallorca lanzaba un mensaje de tranquilidad a la afición a la que vez que comentaba «Son Moix ha sido la víctima de toda una serie de guerras, pero al final dentro de diez años o menos nadie se acordará y la conclusión es que tendremos un gran estadio para la Ciudad y todas esas guerras se olvidarán, aunque todavía existen pues ahora estamos reuniéndonos para recepcionar la obra, aunque logicamente habrá que corregir muchos detalles en los próximos meses, eso es algo habitual en cualquier obra de estas características».

En cuanto al cambio de hubicaciones el presidente mallorquinista comentaba «hemos intentado respetar al máximo las localidades, aunque en algunos casos sobre todo el la tribuna cubierta se han tenido que recolocar, pero los de Sol seguirán teniendo las mismas localidades y los fondos seguirán sin estar numerados para que los chavales puedan continuar asistiendo en pandilla».