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Zurich es el gran favorito, pero la competición será reñida. Este era el pensamiento de la flota en la jornada previa al inicio de la competición. Y es que no basta con tener un buen barco y haber realizando una gran temporada. La Copa del Rey es muy exigente, en la que la fortuna cobra gran importancia.

Para armadores, patrones y tripulantes el gran favortio no es otro que el Zurich, pero esta parece que es una manera de repeler el protagonismo ya que todos van a salir a ganar. Al haber dos clasificaciones es lógico que haya dos vencedores y en el grupo B crece la sombra del vigente campeón de la Copa del Rey. El Estrella Damm sorprendía la pasada edición y se erigía como uno de los introductores de los barcos 40.7 que tanto protagonismo están cobrando este año. Y es que el objetivo de Ignacio Montes de León y el resto de tripulantes de la embarcación no es otro que «revalidar el título».

«En el grupo A está claro que el barco a batir es el Zurich. En lo que se refiere al grupo B ha quedado demostrado que acertamos en el proyecto del 40.7. Va a ser difícil que no gane la competición un barco de estas características. Quién será el vencedor no se puede vaticinar ya que la suerte va a ser un factor muy imprtante» señaló Ignacio Montes de León.

El armador del Estrella Damm habló a cerca de la doble categoría. «Creo que es algo que perjudica a la vela. Pienso que ha quedado demostrado que los primeros son los barcos crucero-regata y hacer una clasificación por tamaño evita competir con el resto. Es malo para este deporte porque es difícil no considerar superior el grupo A» dijo.