Pistoletazo de salida. La decimoctava edición de la Copa del Rey
echa hoy a andar. Un total de 123 embarcaciones, con récord de
participantes extranjeros incluido, luchan por imponerse en la
regata más importante de las que se disputan en el Mediterráneo y
una de las más importantes del mundo.
Tras dos días de mediciones comienza ya la competición. La bahía
de Palma se prepara para que a la una del mediodía se de la salida
a la regata. En el día de hoy la flota se enfrenta a una o dos
regatas dependiendo de las condiciones metereológicas. La
organización ha diseñado para esta primera jornada "teniendo en
cuenta de que el viento acompañe" dos regatas barlovento-sotavento
en la que las embarcaciones recorrerán un total de doce millas
naúticas. Esta previsto también el caso de que no sople el viento.
En este caso los barcos afrontarían una sóla regata, también
barlovento-sotavento, de dieciocho millas naúticas.
Es la primera regata pero es ya decisiva. Si hay un tema en el
que los componentes de los equipos hacen hincapié, este no es otro
que el de la regularidad. Empezar bien es importante. La flota
tiene muy presente el mal inicio del pasado año del Cutty Sark. El
barco de Pelayo de la Mata había ganado en las ediciones del 96 y
del 97 y en el 98 fallaba con estrépito clasificándose en la
primera regata en el puesto 73 y perdiendo por tanto toda posible
opción al triunfo. La tripulación del Cutty Sark ya sabe que no
puede despistarse ni un momento, pero al igual que ellos el resto
de equipos que no quieren sufrir una experiencia como esta.
Mañana miércoles la flota se enfrentará a la regata larga. Una
regata de ciento diez millas naúticas y con la que acostumbra a
conocerse cuáles son los verdaderos candidatos a la victoria. Esta
segunda jornada exige mucho y los barcos amarran a altas horas de
la madrugada. Es por eso que el jueves los tripulantes gozan de un
día de descanso que aprovechan también para solventar cualquier
imprevisto que haya podido tener la nave y comentar la estrategia a
seguir en lo que queda de competición.
La jornada del viernes está condicionada al tiempo del primer
día. Si hoy se disputasen dos regatas, el viernes tan sólo se
celebraría una barlovento-sotavento de dieciocho millas naúticas.
En el supuesto de que la flota hoy tan sólo haga una regata, el
viernes tendría que realizar dos barlovento-sotavento de doce
millas naúticas.
Llega el sábado y la regata que puede acabar por decidir la Copa
del Rey, la regata media. Las fuerzas de la flota ya escasean y
sólo los más preparados pueden afrontar con garantías las
veinticinco millas naúticas de la jornada.
El domingo finalizará la competición. Una última regata
barlovento-sotavento de catorce millas naúticas dictará sentencia.
Los barcos con opciones serán ya pocos, aunque puede verse una
lucha apasionante debido al gran número de barcos 40.7. El mismo
domingo a las nueve de la noche el rey Juan Carlos hará entrega del
trofeo al vencedor de la competición.
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