Formación de la primera plantilla del Real Mallorca. Foto: JAUME MOREY.

TW
0

El último Mallorca del milenio se presentó ayer en lo que también fue el último acto del Lluís Sitjar. Cerca de 8.000 aficionados acompañaron al equipo en su puesta de largo y dieron la bienvenida a los recién llegados en la presente temporada. Primero hicieron su entrada todos los equipos base de la entidad y sobre las nueve y cuarto los componentes de la primera plantilla salieron uno a uno del túnel de vestuarios. Ningún jugador se quedó sin su ovación, incluso la hinchada argentina ocupó su lugar en el fondo sur y sacó a relucir todo tipo de bengalas y de botes de humo que dieron más colorido a la presentación. Los futbolistas que más aplausos recibieron fueron Gustavo Siviero, Jovan Stankovic, Javier Olaizola, Chichi Soler, Paco Sanz y Leo Biagini. También recibió una auténtica salva de aplausos el que está llamado a ser el nuevo ídolo de la afición mallorquinista, el portero Germán Burgos. El argentino salió sonriendo del túnel, saludó a la hinchada y «estrenó» la cinta negra en el pelo que portará durante toda la temporada.

Otro de los que también fue muy bien recibido en la presentación de ayer fue Roberto Mario Gómez. El nuevo técnico mallorquinista saltó al césped entre aplausos y su discurso recordó al de su antecesor en el cargo estas dos últimas temporadas. Los jugadores argentinos fueron los que más intensamente vivieron el acto ya que en Argentina no suelen realizarse este tipo de acontecimientos. En el capítulo de discursos fueron el capitán mallorquín, el técnico argentino y el presidente Guillem Reynés quienes se dirigieron a los aficionados. Reynés salió al césped, saludó a Llompart y a todos los componentes de la primera plantilla y después, a la hora de dirigirse a los seguidores rojillos, prometió, al igual que la pasada temporada grandes dosis de trabajo y responsabilidad. «La temporada pasada prometí, por mi parte y por parte de todo el consejo de administración, seriedad, rigor y trabajo y esto no ha llevado muy lejos. Vamos a seguir en esta línea esta temporada».

El entrenador argentino por su parte acudió al atril y a la hora de dirigirse a los aficionados lo hizo como los dos últimos años lo había hecho Cúper, sin muchas palabrería, intentando reflejar que el secreto del éxito no está en los discursos literarios sino en el trabajo diario. «Todos los miembros del cuerpo técnico estamos muy contentos y agradecidos por tener la oportunidad de estar al frente del equipo. Esperamos y confiamos en que la afición pueda seguir al costado nuestro e iniciar juntos esta nueva aventura».