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CARLOS MARTÍNEZ
Llegó la hora de la verdad. Atrás quedan millones invertidos en fichajes y dos semanas de «stage» en busca de la forma física adecuada. Es momento de desempolvar los transistores, guardar en las vitrinas los símbolicos trofeos veraniegos, y situarse en la parrilla de salida con la fe del que cree salir en la «pole position». La carrera comienza el sábado.

Como suele ser habitual, Real Madrid y Barcelona copan portadas que les situan como máximos candidatos mientras otros conjuntos como el Celta y el Valencia intentan ganarse el cartel de favoritos mostrando un fútbol infinitamente superior al de los tradicionales aspirantes.

El Barcelona, liberado ya de la «pesada carga» dejada por Cruyff (Nadal, Celades, Busquets,...), conserva intacto el espectacular bloque formado por Van Gaal y muestra sólo cuatro caras nuevas. Novedades poco contrastadas como Déhu o Simao y dos fichajes con caché, el ex madridista Dani y el finlandes Litmanen. Posiblemente, el mejor plantel de la liga.

Por su parte, el Real Madrid busca recuperar su talante ganador e intenta redimir sus dos últimas fracasos ligueros con una mediocre revolución donde se han quedado en el camino hombres de la talla de Mijatovic, Suker, Panucci en beneficio de desconocidos como Geremi, Julio César o Balic, apuestas personales de Toshack y que muestran notables claroscuros. Refuerzos como Mcmanaman, Salgado y Anelka deben contrarestar las sombras creadas por el nuevo proyecto madridista.

Mientras, como alternativa a los grandes, varios equipos pujan por el puesto de aspirante. Así, el Celta mantiene la linea trazada y encandila en la pretemporada. La calidad técnica sobresale en sus incorporaciones (Celades, G. López, Giovanella, McCarthy o Juanfran) y le aseguran un fútbol de altura. En Valencia, con una apuesta distinta a la gallega, el orden de Cúper sustituye al contragolpe de Ranieri y sus mejores ingredientes (Piojo López y Mendieta) se aunan con nuevos sabores como Oscar o Kily González mientras el Depor de Irureta muestra su lado más español firmando una amplia gama de nacionales. Como convidados de piedra e ilusionados para sorprender en el arranque, los recien ascendidos Numancia, Sevilla, Malaga y Rayo Vallecano buscan escapar del victimismo y erigirse en la revelación.