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Un mínimo de 468 millones de pesetas por eliminar al Molde. Hagan juego. La Liga de Campeones se ha convertido en algo más que la máxima competición continental futbolística. La seductora propuesta vertida por Media Partners a los principales clubes europeos en su intentó por gestar una súperliga, dejó a la UEFA en una situación incómoda; básicamente porque su particular reparto del pastel había quedado en evidencia y porque ya era de dominio público que la Champions League es la gallina de los huevos de oro, una enorme factoría de hacer dinero.

Revisados al alza los ingresos que habían venido percibiendo los clubes por disputar esta competición, jugar la Liga de Campeones proyecta intereses que van más allá del prestigio estrictamente deportivo o cualquier demanda social. El Real Mallorca, que ya ingresó 400 millones de pesetas por el subcampeonato de la Recopa que logró el curso anterior, se aseguraría un premio de 156 sólo por participar en la Liga de Campeones en caso de superar su eliminatoria de la fase previa ante el modesto Molde noruego.

Los 32 equipos participantes, entre los que ya se encuentran el Barcelona, el Real Madrid y el Valencia CF, que al igual que el conjunto balear debe superar una ronda previa, recibirán, aparte de estos ingresos fijos, 312 millones más por los seis partidos de la primera fase de la competición "a razón de 52 millones por partido disputado e independientemente del marcador final. Esto significa que el Real Mallorca se asegurará un ingreso mínimo de 468 millones por eliminar al Molde, cantidad que podría verse incrementada en función de los resultados que obtuviera en la liguilla de dieciseisavos de final. No obstante, en el nuevo reparto también se han revisado sustancialmente los premios que obtienen los clubes en función de sus méritos deportivos, fijándose en 52 millones el premio por victoria y 26 por empate.