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EUROPA PRESS - SEVILLA Si había alguna duda sobre la superioridad de Hicham El Guerrouj en los 1.500 metros, el atleta marroquí se encargó ayer de demostrar que es el número uno del mundo con una final histórica.

El marroquí renovó su título de campeón del mundo con una marca de 3:27.65, la tercera mejor de todos los tiempos, que pasará a los anales de la historia tras haber llevado la final a ritmo de meeting.

La presencia de El Guerrouj, Ngeny y la ´armada española´ hacía prever una final de altisímo nivel, pero la predisposición del marroquí llevó a todos los atletas al límite.

De esta manera, en la carrera, en su conjunto la más rápida de la historia, el plusmarquista mundial de los 1.500 metros y la milla llevó al keniano Noah Ngeny a correr en 3:28.73, logrando el récord de Kenia, y a los españoles a realizar plusmarcas personales.

Así, Reyes Estévez, que logró la medalla de bronce, consiguió también la marca de superclase que andaba buscando desde hace tiempo. El catalán en su intento desesperado por seguir a El Guerrouj y Ngeny se fue a los 3:30.57, la segunda mejor marca española de todos los tiempos.

Por su parte, Fermín Cacho estuvo valiente, y desde el principio se mostró dispuesto a seguir al marroquí en lo que sin duda parecía una locura. Cacho se defendió como pudo en su intento de seguir al que calificó ayer como ´genio´ y logró un cuarto puesto, demostrando además que era cierto que estaba en su mejor forma de la temporada, ya que con 3:31.34 firmó su mejor marca del año.