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Balears es una fuente inagotable de grandes tenistas. Este es un dato que a simple vista puede resultar algo temerario pero que mirado con detenimiento no hace más que honrar a la verdad. Carlos Moyá es el máximo referente pero a sus espaldas un gran número de jugadores luchan por hacerse un hueco entre los mejores y alcanzar sus mismas cotas.

A la hora de buscar un tenista que pueda relevar a Moyá hay que volver la vista hacia la Escuela Superior. Tres generaciones pugnan por llegar a lo más altos. Marc Marco y Gabi Frías son por edad la alternativa más inmediata. Los logros de ambos a nivel nacional son numerosos pero en contra de ellos corre el tiempo. El año de su explosión no puede esperar más.

Mario Calvo y Camilo Soler son el nivel intermedio. Son excelentes jugadores a los que les falta ganar en un trofeo importante.
Todas las miradas, incluidas las de Jofre Porta, director de la Escuela Superior, están depositadas en Rafael Nadal y Tomeu Salvà. El currículum de Nadal delata a un campeón en potencia. Sus logros superan con creces a los del mismo Moyá en las categorías menores. El manacorí se permite lujos como ser subcampeón de España infantil siendo alevín o ganar la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo por equipos partiendo de número uno y perdiendo tan sólo un partido de cinco. El historial de Tomeu Salvà tampoco se queda atrás y este mismo año se ha impuesto en el campeonato sub 13 de Lleida, el más importante de los que se celebran en España para esa categoría.

Detrás de Nadal y Salvà surge Xavi Vilella, más joven que ambos pero con un gran potencial. Sea quien sea, lo que está claro es que Moyá tiene relevo.