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Sin calificativos. La aventura que los mallorquines Emili Rodríguez Payeras y Felip Beltrán emprenderán el próximo 27 de diciembre no acepta adjetivo alguno. La organización ha introducido en los rotulos de la edición del 2000 la palabra Total. Y es que la carrera considera más dura del mundo adquiere este año tintes dramáticos. Pruebas en las que la distancia a recorrer dobla la geografía española y el hecho de tener que cruzar países en guerra, se unen a las dificultades de cada año.

Con la llegada del año 2000, el Dakar atravesará Àfrica de oeste a este, pasando por seis países diferentes. En total, los dos pilotos mallorquines y los cerca de doscientos participantes en la prueba, el rally contará de 17 etapas, cerca de 10.000 kilómetros, de los que 6.000 serán especiales y el resto, 4.000, cronometados. Es una carrera que tiene una primera parte compuesta por etapas «cortas», pero físicas, y que tras la jornada de descanso (Niamey-Agadès), el terreno se vuelve cada vez más desértico. El kilometraje de las especiales aumenta, la vegetación desaparece y las dunas llegan.

La vigésimosegunda edición de la carrera partirá de París, donde se realizarán las verificaciones técnicas. Después la caravana partirá hacia Dakar y se atravesará Senegal, Mali, Burkina Faso, Nigeria, Libia y Egipto. La primera parte de la carrera, hasta la jornada de descanso, se puede dividir en dos. Las tres primeras etapas, de Dakar a Ouagadougou transcurren a través de la sabana: polvo y calor estarán presentes desde la salida. Después de Ouagadougou la vegetación se transforma; se convierte más exhuberante, las pistas de tierra hacen su aparición y habrá que aumentar la vigilancia para no tener sorpresas.

A partir de la jornada de descanso, se ataca la segunda mitad del rally en el sahara: calor, arena, dunas, vientos de arena... En estas etapas las sorpresas son continuas y el esfuerzo físico es brutal. El desierto acompañará a los corredores hasta la llegada a Egipto.