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72 BÀSQUET INCA: Chambers (8), Merchán ( 10), Merino (0), Monclova (22), Rubchenko (22) "cinco inicial" Roure (10), Nacho Yáñez (0) y Gonzalo Fernández (0).
17 de 36 en tiros de 2 puntos. 6 de 15 en tiros de 3 puntos. 20 de 29 en tiros libres. 28 rebotes (21 en defensa y 7 en ataque). 22 faltas personales.
65 CAPRABO LLEIDA: Roger Grimau (10), Comas (0), Carter (11), Bunn (20), García (10) "cinco inicial" Marc Joan (3), Bordas (6), Oliver (6) y Sergi Grimau (2).
24 de 45 en tiros de 2 puntos. 1 de 15 en tiros de 3 puntos. 15 de 19 en tiros libres. 29 rebotes (19 en defensa y 10 en ataque). 26 faltas personales.
Àrbitros: Pérez Niz y Florenza Ferrer. Excluyeron por cinco faltas personales a Gonzalo Fernández (minuto 35) y Jaume Comas (minuto 37).
Marcador cada 5 minutos:(7-10) (16-22) (28-28) (37-32) "descanso" (47-42) (55-47) (59-57) y (72-66) "final.

ALBERT ORFILA
El Bàsquet Inca habilitó su ingresó en la Copa Príncipe de Asturias concediéndose un partido grande. El grupo de Olmos aparcó el baloncesto soluble que había paseado en sus últimas funciones y tumbó al Caprabo Lleida rescatando sus principales señas de identidad: tiro exterior e intensidad defensiva. Roman Rubchenko encontró enmienda en una cita en la que debía mostrar sus credenciales y Rafa Monclova dejó sello de jugador enorme. La productividad ofensiva de esta pequeña sociedad resultó industrial (44 puntos), pero el Inca sólo encontró equilibrio ganador cuando se hizo fuerte en el rebote defensivo y cortó el suministro a Joe Bunn. Es ahí donde emergió la figura de Dani Merchán. Se partió el alma y algo más para frenar al jugador más clarividente de la competición y adornó su actuación dejándose ver en ataque.

La apertura del partido desveló que un tanto por ciento muy elevado de las opciones del Bàsquet Inca estaban íntimamente ligadas a su trabajo dentro de la pintura. De hecho, Joen Bunn y Mario García encontraron poca oposición durante el primer cuarto de partido y el Lleida gobernó con solvencia. El marcador no tardó en reflejar el control catalán, que no tuvo excesivos problemas para administrar durante casi todo el primer cuarto una renta de 6 puntos (16-22). El Bàsquet Inca subsistía gracias al acierto de Rubchenko, pero el Lleida era quien portaba la manija, fundamentalmente por el rango de su pareja interior. Merchán naufragaba ante Bunn y Chambers también acumulaba problemas ante García. No obstante, Olmos decidió variar su propuesta y la aparición de Gonzalo Fernández tuvo un influjo inmediato. Bàsquet Inca mantuvo su criterio y prestaciones en ataque, pero también logró oponer resistencia bajo los tableros. El Lleida se quedó sin segundas opciones y el cuadro mallorquín no tardó demasiado en voltear el marcador. Su superioridad en el segundo cuarto fue notoria (21-10) y ahí empezó a alimentar su triunfo (37-32 al descanso).

El Bàsquet Inca otorgó continuidad a su discurso en el nacimiento de la segunda parte, pero un parcial de 0-6 dejó claro que el Lleida tenía muchas cosas que decir (39-38). El partido estaba destinado a vivir sobre un alambre y así fue. Lleida, que se había acostumbrado a jugar durante muchos minutos por debajo en el marcador, asestó un golpe significativo a cinco minutos para el final (56-57), pero Monclova reclamó protagonismo y quebró el atasco de su equipo desde la línea de 6'25 (59-57). Segundos después apareció Rubchenko y el Palau se calmó.