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Existe unaminidad y los números lo ratifican: las prestaciones de Rubchenko han bajado sobremanera durante el último tramo de la competición y el Bàsquet Inca no ha podido hermetizarse de un influjo tan novico como preocupante. Una irrupción demoledora -su inicio de competición resultó sobresaliente- ha quedado totalmente eclipsada por un rendimiento insuficiente y preocupante. El perímetro se ha resentido y con ello la productividad ofensiva de un equipo que necesita la mano de Roman Rubchenko para competir junto a los mejores.

Olmos no ha ocultado la realidad y no ha dudado en reconocer públicamente que el juego del ucraniano ha perdido solvencia y también el instinto asesino que paseó durante un buen trayecto de la Liga. Rubchenko sorprendió gratamente por su rápida adaptación al baloncesto LEB y también a la propia idiosincrasia del Bàsquet Inca, pero en las últimas jornadas se ha granjeado las primeras críticas. «Es cierto que sus prestaciones han bajado y que el equipo lo ha notado, pero no creo que sea por falta de trabajo del jugador o por otro problema, considero que el principal motivo cabe buscarlo en el conocimiento que ahora tienen los otros equipos sobre nuestra forma de jugar y también de nuestros jugadores», advirtió el técnico del Bàsquet Inca.

Olmos añadió que «últimamente todos los rivales preparan defensas para frenar a Roman. El problema no está en el uno contra uno, sino que cuando penetra cuatro jugadores se cierran para evitarlo. Estamos buscando soluciones para que pueda tener más espacios». El momento de juego de Roman Rubchenko contrasta con el de Jeff Chambers. Tras un inicio de competición poco convincente, el estadounidense ha pasado a convertirse en uno de los extranjeros más valorados de la categoría. La polivalencia de su baloncesto es uno de sus principales argumentos. Se desenvuelve bien dentro y fuera de la pintura; es un gran pasador y además tiene recursos más que suficientes para forzar situaciones de uno contra uno. Chambers no ha dudado en asumir máxima responsabilidad cuando el guión lo ha exigido, pero el éxito o fracaso del Bàsquet Inca en la segunda parte de la fase regular está íntimamente vinculado a la conexión Roman Rubchenko-Jeff Chambers.