Vázquez exhibió ayer su lado más duro. El entrenador del Real
Mallorca habló por espacio de cuarenta minutos y dirigió su ira
hacia el entorno que le rodea. Al más puro estilo Johan Cruyff, el
preparador rojillo defendió su posición y la del equipo y recriminó
con dureza al sector mediático que ha puesto en tela de juicio sus
métodos de trabajo y su capacidad profesional.
Fernando reiteró en repetidas ocasiones que él está tranquilo
pero el Vázquez de ayer desprendía una clara imagen de nerviosismo.
El de Castrofeito está dolido y cabreado. Dolido porque según él
«juegan con mi trabajo» y cabreado porque desde su punto de vista
«no me merezco esto, no me merezco un trato injusto ni una
persecución».
El entrenador mallorquinista sabía muy bien lo que quería decir.
Ayer no improvisó ni hizo apenas falta que nadie preguntara nada.
Se presumía una conferencia caliente pero Fernando se encargó de
explosionarla desde el primer minuto. De entrada envió un claro
mensaje al corazón del vestuario. «En el vestuario hablamos cuando
ganamos y cuando perdemos, no es una situación excepcional.
Hablamos de muchas cosas que de alguna manera hoy ya refleja la
prensa pero no estoy preocupado por ello. Como yo nunca hablo de lo
que hablo con los jugadores me gustaría que todo quedara dentro del
vestuario pero por lo visto no es así», dijo el entrenador
Vázquez anda molesto con las filtraciones. «Por mucho que me
proteja todo se sabe aunque estas informaciones hacen daño al
grupo», comentó el técnico. Fernando ha tenido y tiene una relación
muy buena con la Prensa y ahora que la situación se ha enrarecido
insiste en que «yo no voy a la caza de ningún periodista. Estoy muy
tranquilo, seguro y nada nervioso pero me da la sensación de que
ciertos medios informativos quieren vender a los aficionados que yo
estoy nervioso y esto no es así», señaló.
La luz de alarma todavía no se ha hecho notar en el apartado
deportivo "el equipo está en mitad de tabla" pero sí se ha dejado
notar en el entorno. Sin ir más lejos se ha abierto una grave
crisis en la cúpula médica, las lesiones machacan al equipo,
físicamente el grupo está tocado y técnicamente cuesta mucho sacar
los partidos. Vázquez defendió ayer su zona y aseguró que «trabajo
con lo que tengo y no echo en falta a nadie y con todo ello tengo
un equipo entusiasta y que trabaja de maravilla. En la segunda
vuelta, con todos los problemas tenemos los mismos que en la
primera por lo tanto esta alarma deportiva y social que parece
existir yo no la veo, ahora bien, si no se quiere ver la realidad
del equipo, esto es otra cosa».
Fernando salió a defender su posición y lo hizo con todas las
armas de las que dispone. «Estoy muy seguro de lo que quiero y muy
seguro de lo que hago. El único que va a decidir cómo jugará el
equipo soy yo, la prensa puede opinar pero el equipo lo hago yo. Y
lo que quiero que sepa la afición es que pueden estar muy seguros
de que tienen un buen entrenador y que no se marea en las alturas.
Detrás de mí hay un currículum y quien quiera investigar que
investigue» comentó el de Castrofeito. Vázquez dijo estar dolido
porque observa sobre su persona una persecución y un trasto
injusto. «Sólo pido un análisis frio y no sé porqué motivos hay una
caza hacia mi puesto de trabajo. Yo no sé si seguiré en el Mallorca
pero trabajaré como si tuviese que seguir y aprovecho para recordar
que yo no fui el que pidió renovar, esto hay que dejarlo claro. Yo
donde no estoy bien me voy, no me agarro al puesto. Quiero el bien
del Mallorca y ganar partidos y los estoy ganando», dijo.
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