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Drac Inca abre ante el Melilla el tramo más exigente de la fase regular. Humillado en Huelva, el grupo de Olmos regresa al Palau para inaugurar un calendario de enjundia y que le cruzará de forma consecutiva con los equipos más poderosos de la Liga. Apenas habrá respiro para un equipo que ha acumulado un déficit superior al previsto y que se ha quedado sin margen para el error. Melilla Caja Rural trae buenos recuerdos (57-97), pero en el plantel mallorquín existe conciencia generalizada sobre el óxido que han adquirido los dígitos rubricados en el primer trayecto de la fase regular.

De hecho, Melilla es un equipo construido para moverse junto a los mejores y Pepe Rodríguez maneja una de las nóminas más interesantes de la categoría. Maltratado por las lesiones, el cuadro norteafricano ha evidenciado con el paso de las jornadas que es un equipo trabajado y con recursos, si bien la lesión de Fran Rueda, un jugador básico en su dibujo, le obligará a replantearse algunas cosas. Cedric Moore también arrastra problemas físicos que le han impedido ejercitarse con regularidad a lo largo de esta semana, mientras que la reaparición del alero Diego Pérez es una auténtica incógnita.

Pese a este cúmulo de circunstancias, el Melilla sigue mostrando un buen armamento. Ron Rudland desempeña una función clave en el equipo, pero durante las últimas jornadas también ha emergido con fuerza la figura de David Doblas en el juego interior o del propio José María Silva en el juego de perímetro. El club ha fichado recientemente al brasileño con pasaporte comunitario Giovanonne, pero es un jugador que necesitará un lógico periodo de adaptación y cuya principal función pasa por incrementar la calidad de los entrenamientos.