TW
0

No alcanzará el ambiente del Ali Sami Yen, la caldera donde juega el Galatasaray, pero tampoco ofrecerá la patética imagen de un estadio medio vacío. Son Moix presentará este domingo un bonito aspecto y el equipo contará, según estimaciones del propio club, con el respaldo de unas veinte mil personas en la trascendental cita ante el Espanyol. La explicación a esta repentina oleada de mallorquinismo se encuentra en las seis mil entradas que la entidad, en una iniciativa muy típica de la era Beltrán, ha decidido regalar esta semana a quien se molestara en pasar a buscarlas. La idea ha tenido una excelente acogida entre el público, que el jueves formó una kilométrica cola en torno a las taquillas de Son Moix. El éxito total quedó confirmado a las cinco y media de ayer, cuando se repartió la última entrada. Todo hace prever una espléndida entrada este domingo. Fútbol gratis a cambio de aliento.

La medida ha gustado tanto a Fernando Vázquez como al resto de la plantilla. El técnico es sobradamente consciente de que una derrota debilitaría sus argumentos hasta niveles inaudibles y los jugadores se han conjurado para salir del atolladero ganando este partido. El central Gustavo Siviero apostó por un triunfo ante el Espanyol no sin antes presentar sus respetos al rival: «Están en un buen momento y seguro que nos pondrán las cosas difíciles, pero nosotros vamos a salir a por todas y pienso que el partido será nuestro», afirmó el defensa. Por su parte, Jovan Stankovic pidió al entorno que rebaje la presión: «Vamos a salir adelante, estoy seguro de eso, pero no se puede pretender que estemos siempre arriba porque no somo el Madrid ni el Barcelona. El Mallorca es un equipo modesto con calidad para aspirar a más», indicó.