Carlos Roa fue el mejor del equipo, demostrando su buen estado de forma. FOTO: TOMÁS MONSERRAT

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1 MALLORCA: Roa; Olaizola, Niño, Siviero, Carreras; Francisco Soler, Engonga, Ibagaza, Finidi; Carlos y Biagini.
Cambios: Josemi por Ibagaza, Novo por Finidi y Robles por Biagini.
1 VALLADOLID: López, Torres Gómez, García Calvo, Peña, Marcos, Heinz; Ricchetti, Eusebio, Fernández, Turiel; y Pachón.
Cambios: Ciric por Eusebio, Kaviedes por Fernández y Blanco por Pachón.
GOLES:
Minuto 3, Carlos lanza una falta directa, el balón rebota en la barrera formada por los jugadores pucelanos y se introduce suavemente en la portería de López. 1-0.
Minuto 72, Turiel aprovecha un rebote en el aérea balear y bate a Roa. 1-1.
ÀRBITRO: Pérez Lasa (colegio vasco). Amonestó a Carlos y Novo del Mallorca; a López, García Calvo, Heinze, Marcos, Pachón y Peña, del Valladolid.

TOMEU TERRASA
Está escrito en algún manual que los partidos entre el Mallorca y el Valladolid están exentos de buen fútbol. Ayer volvió a suceder una vez más y un equipo y otro firmaron un partido para olvidar y que dejó indiferente al más pintado.

Al final empate a uno y gracias, sobre todo, a Carlos Àngel Roa, que ayer ya salvó por primera vez al Mallorca ya que en el minuto 92 sacó una pierna mágica para rechazar un tiro a bocajarro de Heinze.

Respecto al partido no cabe eso de decir que era el primer encuentro de Liga, mallorquinistas y pucelanos, cuando se enfrentan siembran el pánico en las gradas a través del aburrimiento.

La crónica del partido (¿?) en la primera parte la protagonizan tres hombres: Roa por su regreso, Ibagaza por marcar y Aragonés por introducir dos cambios antes de llegar al descanso. ¿Es un amistoso o va en serio?, se preguntaba más de uno en la grada. Pero Aragonés vio motivos para mover el banco. Biagini se fue poco después de fallar una pena máxima "aunque no fue ese el motivo" y Robles ocupó su lugar. Con el canterano se igualó el número de hombres en el centro del campo. A dos minutos para el final, Finidi se fue a la ducha porque físicamente estaba fundido, lo que propició que su aportación al juego fuera prácticamente nula.

Los rojillos vivieron en la primera parte de rentas. Ibagaza abrió el marcador en el minuto diez al lanzar una falta y golpear la pelota en la barrera descolocando a Ricardo. A partir de ahí, poca cosa más. Un lanzamiento al larguero de Heinze, una intervención de Roa a los pies de Pachón y el carrusel de cambios anteriormente mencionados. Entre dudas y con un marcador ajustado, Pérez Lasa señaló el túnel de vestuarios.

La reanudación estuvo marcada por el cambio de intención por parte del Valladolid que poco a poco iba ganando terreno al Mallorca y se acercaba con relativo peligro al área de Carlos Roa. Ricardo, el portero pucelano, no paraba de realizar ejercicios de calentamiento, un aspecto que no deja de ser sintomático. A todo esto durante el partido hubo 47 faltas lo que motivó que el partido se interrumpiese una y otra vez. El conjunto vallisoletano, fruto de llevar la iniciativa en el segundo tiempo, consiguió empatar tras rematar Turiel dentro del área ante la pasividad de la defensa. Al final Heinze se quedó solo ante Carlos Roa pero su tiro cruzado fue magistralmente despejado por el Lechuga que salvó los muebles en el descuento.