El artanenc no pudo segur el ritmo de sus compañeros de equipo
(Isaac Gálvez, José Francisco Jarque y Toni Tauler), lo que relegó
a los pupilos de Toni Cerdá a la última plaza. Las esperanzas del
combinado nacional, que ayer trataba desesperadamente de animar a
Alzamora para que se uniera al grupo, pasan ahora por Joan
Llaneras, quien ayer declaraba a este periódico sentirse eufórico:
«Llevo cuatro años preparando esta prueba y no se me puede escapar.
Me siento en un gran momento, tengo toda la confianza del mundo en
mis posibilidades y además me ha animado mucho el ver cómo las
condiciones climatológicas se van acercando mucho a mis condiciones
ideales ya que para mí la temperatura adecuada son 26 grados»,
señaló el de Porreras en alusión a fuerte calor que reina en Sydney
estos días pese a ser invierno.
El optimismo de Llaneras es por tanto la principal baza con que
cuenta Cerdá para que el combinado nacional no se vuelva a casa de
vacío, aunque no la única. José Antonio Villanueva se convirtió en
la cara de la jornada al asegurarse como mínimo, el diploma
olímpico en la prueba de velocidad masculina de ciclismo en pista.
Villanueva fraguó su victoria ante el checo Pavel Buran con un
espectacular final ya que rodó los 200 metros finales en un crono
de 11.382 segundos. Hoy luchará por un puesto en semifinales contra
el francés Florian Rousseau, uno de los favoritos, que logró el
tercer mejor tiempo de la ronda de octavos, en la que derrotó al
estadounidense Chritian Arrue. «Ha sido una sorpresa para mí. Vine
a intentar hacerlo lo mejor posible y no sabía que me iba a meter
entre los ocho primeros. Pero hemos trabajado muy bien durante todo
el año el grupo de velocidad entero», comentó a Efe Villanueva,
campeón de España de esta disciplina y de la velocidad
olímpica.
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