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El holandés Pieter van den Hoogenband ganó el oro en la prueba más prestigiosa de la natación olímpica, los 100 metros libre, sin récord pero con la trascendencia añadida de derrotar de una sola vez a los dos últimos plusmarquista mundiales, Michael Klim y Alexander Popov, inferiores a aquél, sin discusión, desde las eliminatorias hasta la final.

La nueva victoria de Van den Hoogenband no fue ni para Popov ni para Klim tan humillante como la de ayer, en la que estableció en semifinales el impensable récord mundial de 47.84. Pero frustra definitivamente el objetivo del ruso de convertirse en el primer nadador en ganar los 50 y los 100 libre en tres Juegos consecutivos. La derrota no empaña su inigualable carrera, porque la gesta planeada era tan mayúscula que habla a favor de quien se la propuso como objetivo.

La carrera tuvo dos mitades bien distintas: el australiano Klim llegó a los 50 metros el primero y en tiempo de récord mundial, 23.12, seguido por el estadounidense Gary Hall Jr. Pero ninguno pudo mantener el ritmo en el segundo largo y fueron adelantados por Van den Hoogenband y Popov, con ventaja final de 39 centésimas para el primero. El holandés gana así su segunda medalla de oro, tras la de 200 libre, y a ellas se une también el bronce en el relevo largo. Inge de Bruijn, al estilo de su compañero Van den Hoogenband, batió sin reservarse para la final el récord del mundo de 100 libre en su serie de semifinales. El registro de 53.77 mejora por tres centésimas su anterior plusmarca y la sitúa como casi segura ganadora de la carrera decisiva del jueves.