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91 CANADÀ: Nash (7), Hamilton (2), Barrett (15), Guarasci (17), Meeks (24) "cinco inicial", Mavis (-), Newton (10), MacCulloch (8), Swords (2), Daniels (3), Francis (3) y Hinrichsen (-).

77 ESPAÑA: López (9), Herreros (10), De la Fuente (13), Reyes (-), De Miguel (2) "cinco inicial", Garbajosa (6), Navarro (9), Rodríguez (6), Rogers (15) y Angulo (7).

ÀRBITROS: Jones (USA) y Ziemblicki (POL). Sin eliminados.

JORGE MUÑOA (SYDNEY)
El baloncesto español ha empezado a ser una anécdota irrelevante en los Juegos Olímpicos, un convidado de piedra al mundo de equipos como Yugoslavia, Italia, Lituania o el último verdugo de la selección nacional, Canadá, en el que sólo hay sitio para aquellos que creen en sí mismos.

Y ese ha sido el gran problema de España en Sydney. No creyó en nada ante Angola, a la que superó con un sufrimiento desconcertante, regaló un partido clave contra Rusia y, una vez condenada a ir a contracorriente, se vino abajo frente a Canadá de una manera impropia para el buen nombre de todo un subcampeón de Europa.

El miedo ha podido con la selección en Australia. El temor a la derrota ha situado a los internacionales españoles en una situación que sólo les ofrece salidas a ninguna parte: un puesto en cuartos de final para enfrentarse al ´Dream Team´ o la decepcionante idea de quedar expuesta a una gran debacle en la fase del nueve al doce.