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NATALIA ARRIAGA (SYDNEY)
La esperada segunda medalla de Nina Zhivanévskaya en Sydney no subió al casillero del equipo español: la espaldista afincada en Málaga fue sexta en la final de los 200 metros espalda al tardar 2:12.75 en recorrer el doble hectómetro, lejos de su tiempo de clasificación de 2:11.93, de su récord nacional de 2:09.53 y, sobre todo, de los 2:08.16 de la ganadora.

Zhivanevskaia, campeona europea de esta distancia, había ganado el lunes el bronce en los 100 espalda y era seria aspirante, al menos, a repetir metal en los 200. Pero estuvo fuera del podio de principio a fin de la prueba: en los 50 metros era cuarta, en los 100 era quinta y fue sexta de ahí a meta.

Fue un mal día para Zhivanévskaya, que primero se vio envuelta en una desagradable polémica por el supuesto trato de favor que, según otros nadadores, recibe de la federación y que luego quedó más lejos del podio de lo presumible. Antes de la prueba, mientras esperaba el aviso de entrada en la piscina, se la vio nerviosa, saltando y colocándose el gorro de una y mil maneras, mientras sus rivales permanecían sentadas y atentas al televisor.

Con tanta seguridad se esperaba la medalla, que la reina Sofía y la infanta Cristina con su familia se acercaron al Aquatic Centre de Sydney, y el presidente del Comité Olímpico Español, Alfredo Goyeneche, fue la persona designada para entregar los trofeos.

Pero Goyeneche tuvo que repartirlos entre la rumana Diana Mocanu, oro con tiempo de 2:08.16, la francesa Roxana Maracineanu, plata con 2:10.25, y la japonesa Miki Nakao, bronce con 2:11.05. Mocanu, que ya había ganado los 100, quedó por detrás de Zhivanévskaya en ambas pruebas en los Europeos del pasado julio. Se cierra así la participación española en natación.