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J.ANTONIO DIEGO
Juan Carlos Higuero y Andrés Díaz disputarán el viernes la final de 1.500 metros sin grandes esperanzas de medalla, a juzgar por lo ocurrido en semifinales, y los dos «martines», Eliseo y Luis Miguel, se metieron en la de 3.000 m. obstáculos. La ausencia de Fermín Cacho y de Reyes Estévez por baja forma redujo las posibilidades españolas de obtener metales olímpicos en una prueba que tradicionalmente ha reportado laureles al atletismo español.

Redolat, campeón de Europa en pista cubierta, se pasó la primera serie tropezando, saliendo y entrando del grupo hasta que, en la última vuelta, sus fuerzas se agotaron y perdió contacto con los demás. Su undécimo lugar con 3:45.46 proclama su fracaso.

La amenaza de perder toda representación española en la final, latente durante la última vuelta de la segunda serie, se disipó con la reacción final de Higuero. El burgalés, que parecía condenado a perder contacto con el grupo, aún guardaba fuerzas bastantes para meterse por las bravas en la final arrebatando el quinto lugar (de acceso directo) al coruñés Andrés Díaz, quien, víctima de una crisis asmática, cedió terreno al final y se clasificó por tiempos (3:38.41).

Los dos martines, Eliseo y Luis Miguel, lograron que por segunda vez en la historia, como en Moscú 80, España tenga dos representantes en una final olímpica de 3.000 m. obstáculos. Sólo se quedó fuera el barcelonés Marco Cepeda, que estaba en gran forma física aunque muy debilitado por la gripe en los últimos días. Eliseo Martín, en la primera serie, estuvo siempre atento en cabeza y respondió al ataque del keniano Reuben Seroney. El oscense acabó cuarto (pasaban 4 a la final) con 8:24.97. En la segunda carrera Luis Miguel Martín tuvo un tropiezo con el keniano Bernard Barmasai, favorito para ganar el oro, y cayó al suelo. El madrileño notó molestias en el sóleo derecho y no está recuperado de su lesión.