El ruso Kafelnikov le ganó al alemán Haas la lucha por la medalla de oro

El primer set fue casi eterno. Se prolongó durante una hora y 9 minutos y se decidió en el tie-break, después de que ambos rompieran el servicio al rival en dos ocasiones. En el desempate, Kafelnikov remontó una desventaja de 0-3 y se hizo con la primera manga. El ruso había asestado el primer golpe, pero el alemán no tardó en devolvérselo. Muy seguro y concentrado, arrebató el saque a Kafelnikov en el octavo juego del segundo set (5-3) e igualó el partido en el siguiente.

Haas, paradójicamente, se vino abajo en la tercera manga. Sus errores, que fueron pocos en los dos primeros sets, aumentaron y Kafelnikov, un tanto enrabietado, impuso la potencia de su golpe de derecha y la precisión de su revés. El ruso rompió dos veces el servicio al alemán y tomó de nuevo la delantera con un claro 6-2. El jugador de Hamburgo, sin embargo, no se vino abajo. Tenía guardado para el cuarto set su mejor tenis. Arrebató el saque a Kafelnikov en el primer juego y después conservó su ventaja con seguridad (6-4).

Haas brindó a los aficionados en esta manga los mejores golpes de su repertorio, en especial algunos paralelos de derecha y también de revés espectaculares que hicieron mucho daño a Kafelnikov. Pero al final, en el quinto set, la experiencia del ruso pudo con el atrevimiento del alemán. La igualdad en la última manga se mantuvo hasta el octavo juego. Fue entonces cuando Kafelnikov rompió el servicio a Haas, se situó 5-3 y comenzó a sentir de verdad que el oro era suyo.