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EFE - SYDNEY Los piragüistas españoles protagonizaron una decepcionante actuación al ocupar un octavo puesto y dos novenos en la primera jornada de finales olímpicas. Especialmente pobre fue la actuación del K-4 femenino, el mismo que fue sexto en Atlanta 96, cuarto en los últimos mundiales y bronce en los últimos europeos, que partía con el cuarto mejor tiempo en las semifinales y acabó octavo.

Izaskun Aramburu, Beatriz Manchón, Ana María Penas y Belén Sánchez sólo se mantuvieron en el grupo de cabeza en los primeros momentos. La victoria fue para Alemania, por delante de Hungría y Rumanía. Las desavenencias internas durante el último año no fueron ajenas al mal resultado obtenido por un equipo que aspiraba a mucho más.

El zamorano Emilio Merchán ocupó la novena y última posición en la final de K-1 1.000 después de quedar alejado de los puestos de honor desde el principio. El palista español empleó un tiempo de 3:39.965, a 6'696 segundos del ganador de la prueba, el noruego Knut Holmann, por delante del búlgaro Petar Merkov y el británico Tim Brabants. Los gallegos David Mascato y José Alfredo Bea ocuparon la novena y última plaza en la final del C-1 1.000. La victoria final fue para los rumanos Mitica Pricop y Florin Popescu, que se clasificaron por delante de los cubanos Ibrahin Rojas y Leobaldo Pereira y de los alemanes Stefan Utess y Lars Kober.